Docencia Universitaria y Psicoanálisis.
A la deriva...el horizonte
Psic. Iris Peña

"Sin embargo, a pesar de todo, nos resta aún la esperanza, utópica o no, de una Universidad laica, gratuita, autónoma, cogobernada, no limitacionista, "tensa", "desordenada", "lenta" como el demos y el Psicoanálisis, vía regia así entre el conjunto de la comunidad y la comunidad de todos los psicoanalistas." (I)

Martín Wolf

El siglo tecnológico por excelencia se termina y heme aquí, bolígrafo en mano, tratando de escribir un artículo para una página de Internet.
Justo yo, que aún no he descifrado qué clase de "ábrete Sésamo" da a luz la pantalla del ingenioso aparatito.
Debo confesarme pues, futura navegante a la deriva; y no solo esperar, sino comenzar a buscar las teclas, para al menos intentar llegar a algún puerto.
Y navegar desde la Universidad de la República Oriental del Uruguay, desde la Facultad de Psicología y más precisamente, desde un cargo docente del Area de Psicoanálisis, no solo marca un rumbo emprendido años ha por los pioneros universitarios - un hito en este sentido lo constituye la promulgación de la Ley Orgánica de la U.DE.LA.R. en 1958, que consagra el cogobierno universitario, experiencia inédita en el mundo - sino que debe necesariamente recordar, re-vivir - repetir y re-elaborar los mares embravecidos tanto para el azaroso Psicoanálisis, como para la no menos batalladora Universidad uruguaya.
Izar la bandera de la vigencia del Psicoanálisis en la cultura contemporánea, a un siglo de su nacimiento, es tema de otro artículo. Las apreciaciones de su desarrollo en el mundo y en particular en el Río de la Plata que baña nuestro sur, es tarea de historiadores, sociólogos, psicoanalistas, antropólogos, aún arqueólogos; en otras palabras, es tarea imperiosamente permanente e interdisciplinaria, altamente subjetiva, opinable.
No obstante quise mencionarla como contexto, referente, sustento implicante del rumbo que intentaré seguir de aquí en más. En éste, la discusión fermental sobre las posibilidades de transmisión del Psicoanálisis en las universidades, es también parte de la hoja de ruta, parte que hace al todo, que innegablemente le pertenece, lo refiere y le otorga una particular significación.
Porque el Psicoanálisis, ¿pudo llamarse así, independientemente de su transmisión, por fuera de su enseñanza?, ¿Qué habría sucedido con el invento freudiano si solo hubiera sido eso? El invento de un hombre, por sí y ante sí.
Estaríamos allí, me temo, en la línea de la creación, si de eso tiene, pero nos deslizaríamos inevitablemente hacia las borrascosas y turbulentas aguas de la creación por inspiración divina; o peor, la propia creación por la divinidad, camino del más estrepitoso y devastador naufragio, abismo al que no pocas veces nos hemos asomado peligrosamente.
Y el Psicoanálisis desde sus orígenes no fue ajeno, ya desde su reformulación y reformulaciones teórico - técnicas, a los efectos de ser transmitido; a los efectos de haberse vuelto " quehacer de otros". Desde nuestra visión, el Psicoanálisis fue, desde su inicio producto; de Freud y su entorno; del dialéctico juego entre él, investigador y artesano, y las resonancias desde su 'Selbstanalyse', su clínica, su cotidianidad, sus seguidores y también sus más férreos opositores.
Después de Freud (o ni tanto), el o los Psicoanálisis, "die Sache", la cosa - causa, tal como propone en su traducción al español la Prof. Adj. Lic. Doris Hajer (II) bien puede coexistentemente, aludir a lo inerte, incambiado, necrosado de un invento fermental, o, a lo vivo, invitación permanente a la reflexión - re-creación, re-visión, o a la simple, no tan simple propulsión de búsquedas.
De acuerdo a cómo nos situemos en relación a este punto, creo que abordaremos nuestra forma de ser docentes de Psicoanálisis y fundamentalmente universitarios.
Esta nueva correntada nos plantea el encuentro a mar abierto, entre Psicoanálisis y docencia, mar que se nos abre generoso, desde la propuesta de la sección de la Revista.
A ella, ¿cómo pensarla, cómo abrazarla, cómo entenderla - ejercerla?
¿Es la Universidad nuestra, mera formadora de profesionales? ¿La Facultad de Psicología forma sólo Psicólogos?
Mi respuesta debe ser ¡rotundamente no!
Si bien la formación de profesionales es uno de sus fines, permítanme que aquí, la Ley Orgánica de la Universidad de la República, oficie de brújula :
Art.2º - Fines de la Universidad.

"La Universidad tendrá a su cargo la enseñanza pública superior en todos los planos de la cultura, la enseñanza artística, la habilitación para el ejercicio de las profesiones científicas y el ejercicio de las demás funciones que la ley le encomienda.
Le incumbe asimismo a través de todos sus órganos, en sus respectivas competencias, acrecentar, difundir y defender la cultura; impulsar y proteger la investigación científica y las actividades artísticas, y contribuir al estudio de los problemas de interés general y propender a su comprensión pública, defender los valores morales y los principios de justicia, libertad, bienestar social, los derechos de la persona humana y la forma democrático - republicana de gobierno."

Es indudable que estos fines no pueden mínimamente alcanzarse sólo desde un lugar docente.
Y aquí la innovación que propone el Co - Gobierno. Heredero de la democracia directa, en su sentido más amplio, deja en manos de los directamente implicados la consecución de tales fines; el derecho y la responsabilidad de llevarlas adelante. Es así que el tránsito de la Universidad por la historia de la sociedad a la que pertenece está permanentemente en manos de los Ordenes, a saber; estudiantes, docentes y egresados.
Este punto de encuentro hace que lo estrictamente académico deba ser pensado, formulado y contrastado permanentemente con las ansias de saber y la inquieta frescura de los más jóvenes y con la rica experiencia de la inserción social de los egresados. Es punto de encuentro intergeneracional; donde la historia institucional se crea y re - crea constantemente en la proximidad del trabajo compartido, donde el joven encuentra un espacio y el más experimentado aporta desde su trayectoria. Es decir la experiencia y el saber universitarios se construyen en el permanente juego de cuestionamientos y aportes, que en el marco del trípode docencia - investigación - extensión, borra la aberrante asimetría catedrática, en tanto lugar elevado en posesión de un saber absoluto que debe alcanzarse.
Doris Hajer indica los efectos del co - gobierno en la posibilidad de un nuevo discurso universitario : "En breves palabras el aprendizaje a través de una apertura a lo nuevo, un investigar - experimentar - actuar para aprehender en lugar de recitar versos apenas captados memorísticamente."(III)
Desde aquí, ser docente universitaria para mí, des - supone de cualquier asimetría, de cualquier posesión en relación al saber o a los saberes.
En tanto docente universitaria sólo puede levantar una propuesta, cada vez, una apuesta, una hipótesis para iniciar el trabajo. La preparación de cada clase, inicia una investigación, tiene que ver con mis dudas, con mis tropiezos, con mis pasiones, pero que siga o vire o se detenga, dependerá de cómo se vuelva asunto en común con los estudiantes, para poder en el mejor de los casos, descubrir algún punto que en el inmenso cielo nos lleve hacia otro punto, para ir entre todos construyendo una hoja de ruta. Lo inesperado, lo nuevo, lo ignorado, es nuestra cotidianeidad.
Se vuelve inminente para evitar la deriva, pedir el auxilio de otras ciencias, escuchar aportes de otras disciplinas que, tanto corrigen, modifican, como acompañan nuestro avanzar sin prisas. A veces el intento de la experiencia interdisciplinaria se vuelve remolino, huracán de vientos cruzados, y no faltan los icebergs que sortear; pero otras muchas es viento fresco que disipa las tinieblas.
Y nuestra barca universitaria no es de las mejores; desde el punto de vista de la infraestructura, apenas flotamos en una cáscara de nuez; demasiado fría en el invierno, demasiado cálida en verano, pequeña, frágil, con una tripulación mal pagada, cada día a punto de naufragar por razones presupuestales, nuestra travesía es casi una utopía; e pur si muove.
Avanzar sin prisas, sin certezas en un fin de siglo que oculta sus temores, que intenta mantener a raya a sus demonios con datos precisos, estadísticas confiables, diagnósticos conclusivos, verificaciones eficaces y eficientes, sondeos de opinión, marketing e información objetiva y al instante, convenientemente coherente y globalizada.
¿Tratamos de remar contra la corriente?
Quizás sólo se trate de no dejarse arrastrar, de intentar no sucumbir a la "cientificidad" que se impone en el siglo XX como lo hizo el "Dios" en el medioevo.
¿Cuántas veces, buscando la infalibilidad científica nos topamos con el buen
Dios?
Francois Roustang nos advirtió hace un tiempo - y su advertencia parecería profética si no pensáramos en los retornos, que hacen que cualquier semejanza con nuestra realidad actual no sea mera coincidencia - sobre los callejones sin salida de las "cientificidades": "Pero, si en este lugar, Lacan quiere hacernos creer que todavía sigue a Levi-Strauss, éste ya no lo sigue a él./... /".
"/.../ Levi-Strauss está retrocediendo ante su bipartición, /.../ entre naturaleza y símbolo/.../ Levi-Strauss oscila/.../, teme que bajo la forma de la autonomía del registro simbólico vaya a reaparecer, enmascarada, una trascendencia que/.../ no le inspira sino temor y aversión./.../,teme que después de haber hecho salir a Dios por una puerta, lo hagamos entrar por la otra./.../ (M.Fr. 48 esp.59)"(IV).
Porque en última instancia, o en una de ellas, ¿de qué se trata? ¿Qué comprueba lo probado? ¿Qué verdad revela la verdad revelada?
¿No será resguardo engañoso, canto de sirenas que nos prometen librarnos para siempre del mayor de los miedos: miedo a no saber?
Librarnos ¿a qué precio?. Al precio de no buscar, no descubrir, no "des - saber" más.
Si el desconocer lleva a buscar y a descubrir, a investigar, a aprehender...
Si la historia de la historia, y la historia de las ciencias, pueden pensarse como el constante derrocamiento de una verdad tranquilizadora, por otra nueva, conmocionante , revulsiva, ¿revolucionaria?, provisional...
¿Qué lugar le queda al miedo? ¿Ser apaciguado? ¿Ignorado? ¿Negado?
¿No habrá que descubrirlo, cada vez, confrontarlo, derrotarlo momentáneamente, olfatearlo cuando obnubila nuestros sentidos con sus dulces arrullos?
Para poder avanzar, para movernos, aunque a veces sea corriente arriba.
Me cuesta separar nítidamente cuando incursiono, en lo referente a este artículo, ¿sólo a él?, por las aguas de la docencia universitaria y cuando navego desde mi particular y subjetiva concepción del Psicoanálisis; me amparo una vez más - y a ella los remito - en la metáfora del estuario. Es que el asunto este de separar aguas, ¿no era sólo instrumental?, tiene y no me atribuyo originalidad alguna en la idea, la extraña rareza de lo milagroso.
Usaré como sextante, ahora, al propio Freud, a sus palabras, a mi recorte de ellas, por reconocer el miedo que me asalta una vez más; trataré que esta vez, y no es la primera, me saque a flote...
"/.../Una Universidad es un lugar donde se imparte el conocimiento por encima de todas las diferencias de religiones y de nacionalidades, donde se investiga para mostrar a la humanidad hasta qué punto comprenden al mundo que los rodea y hasta qué punto pueden controlarlo. Tal empresa es un noble testimonio del desarrollo hasta el cual nuestro pueblo se abrió paso en dos milenios de infortunio/... /". (V)
Dejo a ustedes, el encontrar similitudes y diferencias entre sus palabras y lo que he intentado describir de nuestro paisaje universitario.
¿Me permiten una pregunta más? Si preguntando se llega a Roma...
¿Cuál es la discordancia radical entre la Universidad que Freud define en 1925 y el lugar de transmisión del Psicoanálisis?
Podría dejar aquí. Dar por finalizada la travesía. Dejar el trabajo abierto desde esta pregunta, pero, me resisto, ¿por qué? ; ¿me resisto o es temor, el de antes a penetrar en aguas que conozco borrascosas?
¿Me acompañan un poco más? Sigamos pues.
Sumergirse en la historia, convocar fantasmas, agitar quietudes, interpelar lo omitido, lo silenciado, convendremos, al menos por ahora, hizo y hace a la esencia del método psicoanalítico. Pero no sólo se trata de una metodología terapéutica individual.
Intento asirme en esta afirmación a la letra freudiana y a ella nos remito...
"En su origen, tuvo una intencionalidad puramente terapéutica;/.../Pero concatenaciones que al comienzo no podían vislumbrarse llevaron al Psicoanálisis mucho más allá de su meta inicial. Al final/.../y, por eso, revestir importancia para todos los campos que se fundan en una Psicología./.../ha encontrado desde entonces numerosos partidarios/.../médicos y no médicos, quienes lo practican como procedimiento para tratar enfermos nerviosos, como método de investigación psicológica y como medio auxiliar del trabajo científico en los más diversos campos de la vida espiritual."(VI)
O bien : "El uso del análisis para la terapia de las neurosis es sólo una de sus aplicaciones; quizás el futuro muestre que no es la más importante."(VII)
Sin duda, son afirmaciones interesantes para condenarlas al olvido, o quizás, por ello, no sean las más citadas.
Me pregunto, al encontrarlas, por qué aparecen generalmente en trabajos donde se supone un interlocutor por fuera al menos parcialmente del círculo psicoanalítico: en artículos para enciclopedias, en diálogos con jueces en retrospectivas del movimiento psicoanalítico.
Puede, no obstante, tratarse de una confusión de distancias, desde esta cubierta actual; que no haya sido tomada por los llamados seguidores de Freud, y la sensación de ajenidad, de extrañeza o de asombro que nos produce se deba a un particular interés de desoír o silenciar o acallar, lo que inequívocamente fue dicho y escrito.
Sabemos desde hace relativamente poco tiempo con la publicación paulatina ¿dosificada? y la todavía lenta difusión - discusión - apropiación de las Actas Originales de la Sociedad Psicoanalítica en sus comienzos, que los temas allí considerados, dan fundamento a estas expresiones freudianas.
A modo de ejemplo, la sesión del 19 de enero de 1919 tuvo como tema una conferencia del Dr. Siegfried Bernfeld acerca de "La poesía en los jóvenes" ("Das Dichten der Jugendlichen") (VIII); el 02 de abril de 1919 se produjo la conferencia del Dr. Alfred Frh.V. Winterstein "Die Entstehung der grieschichen Tragödie" ("El origen de la Tragedia griega") (IX) y para finalizar el 30 de mayo de 1923 la conferencia de la Sra. Beate Rank : "Die Rolle der Frau in der Entwicklung der menschlichen Gesellschaft" ("El rol de la mujer en el desarrollo de la sociedad humana"). (X)
Frente a esta evidencia, se torna más significativo que el método de investigación que Freud formuló, suele aplicarse usualmente con tantas restricciones .
En lo que me es estrictamente pertinente, no puedo desperdiciar semejante oportunidad para acercar y acercarme con estudiantes de Psicología al Psicoanálisis, desde la investigación y con un método absolutamente isomórfico.
Más aún, me resulta impensable hacerlo de otra manera, ya que la teoría, el método terapéutico y el método de investigación, constituyen una tríada indisoluble, y posibilitan, tanto una posición critica de los estudiantes en relación al propio proceso de enseñanza - aprendizaje (que obviamente, se traduce en formación del docente) además; como la actitud indispensable de apertura, de cuestionamiento y de profundización que el Psicoanálisis requiere.
Esta tríada favorece la contextualización histórica de los conceptos teóricos, devela el constante movimiento que llevó a Freud a la clínica, de allí a la teoría y desde la investigación permanente incidió en una y otra, sin cesar de avanzar, retroceder, desdecirse y volver a empezar.
Este vaivén permite captar asimismo las contradicciones que en algunos momentos Freud sostiene, muestra sus pasos en falso, así como aquellos puntos todavía oscuros, o decididamente abiertos a ser desarrollados por las generaciones venideras.
Parecería estar de más decir, que el mismo procedimiento es aplicable a los numerosos y diferentes autores del (o los) Psicoanálisis o los Post - freudianos; saber de donde parten, quienes fueron, en que época, en que coyuntura socio - histórica produjeron en relación al Psicoanálisis; no puede sino enriquecer sus aportes, y evita las aceptaciones o los rechazos acríticos, sustento las más de las veces de prejuicios nacidos de la ignorancia, o de tramas de poder no siempre visibles.
Así el Psicoanálisis se aleja de la religión, la lectura de la obra Psicoanalítica en su más amplia expresión, deja de ser el recitado sagrado de textos verdaderos y quienes se acercan no deberán iniciarse en ningún saber ancestral, siguiendo ritos que hayan olvidado la razón de su existencia.
Quien quiera acercarse al Psicoanálisis desde su propia subjetividad, ingresa así al campo vasto y diverso de las ciencias humanas, lejos de exactitudes y cerradas empirias que las propias ciencias "duras" han comenzado a abandonar.
La legitimidad del propio camino responderá de esta manera a los deseos puestos en juego, en la comunidad, diversa pero horizontalizada; el análisis personal, será una opción necesaria, de acuerdo a los tiempos de cada quien, de la misma forma que debe serlo la elección del analista, y no, condición y garante falaz, de una adquisición por compra en algún mercado de más o menos libertad de oferta y demanda, de un disfraz imaginario o de una mágica investidura poderosa, desde las más o menos arbitrarias tramas del poder institucionalmente establecidas, eternamente en pugna por poseer el "verdadero" legado, la verdadera herencia freudiana.
La Universidad, a pesar de todas sus dificultades, aún las que corresponden a cualquier Institución por el hecho de serla; tienen el libre y democrático ingreso de aquellos que quieran acercarse a trabajar, el soporte adecuado para las diversidades, ha nacido de ellas, lucha permanentemente por cobijarlas en su seno, quizás no pueda competir con otras más atractivas ofertas económicas; es probable también que las carencias agoten prontamente los esfuerzos individuales. Pero el Psicoanálisis, ¿no fue acaso el fruto de incomodidades, de malestares, no nació y creció acaso en la adversidad?
¿No creció el Psicoanálisis cuando hubo un pequeño grupo primero, de "Peculiares, soñadores y sensitivos" como lo llamó Anna Freud (XI), que desde sus más radicales diferencias emprendieron el camino juntos, ese que magistralmente, Georg Groddeck definió como "precisamente el de investigar, dudar y volver a investigar" (XII).
Esta es precisamente nuestra propuesta; el motivo de nuestro viaje, la causa de navegar por una causa, que aunque nunca se alcance debe seguirse, como la utopía, como norte, para moverse, para navegar, pero ésta travesía, necesariamente debe ser colectiva, no se puede navegar en este caso en soledad.

Citas bibliográficas

I) Wolf, Martín. "Psicoanálisis en la Comunidad". Presentado en el III Congreso de AUDEPP, 23 de Mayo de 1998 (Inédito).
II) Fallend, Karl. "Peculiares, Soñadores, Sensitivos. El Psicoanálisis en camino hacia la Institución y Profesión. Estudios biográficos. Actas de la Asociación Psicoanalítica de Viena". Traducción al español: Area de Psicoanálisis de la Facultad de Psicología de la U.DE.LA.R. (Equipo a cargo de la Prof. Adj. Lic. Doris Hajer) Imprenta y Editorial SURCOS S.R.L. 1997. Pág.14. Nota de traducción.
III) Hajer, Doris. "Psicoanálisis, Transdiciplinariedad y Cogobierno Universitario. Montevideo. Editorial ROCA VIVA. 1990. Pág.174.
IV) Roustang, Francois. "Lacan, del equivoco al callejón sin salida". Titulo original: "Lacan de l’equivoque a l’impasse". Les éditions de minuit.( Primera edición en francés 1986). Siglo XXI Editores 1989. Pág.50.
V) Freud, Sigmund. "Mensaje en la inauguración de la Universidad Hebrea" (1925). Obras Completas. Tomo XIX. Editorial AMORRORTU. Pág.302.
VI) Freud, Sigmund. "Las resistencias contra el psicoanálisis". (1925). Obras Completas. Tomo XIX. Editorial AMORRORTU. Pág.228.
VII) Freud, Sigmund. "¿Pueden los legos ejercer el psicoanálisis?. (1926). Obras Completas. Tomo XX. Editorial AMORRORTU. Pág.232.
VIII) IBID II. Pág.137.
IX) IBID II. Pág.150.
X) IBID II. Pág.197.
XI) Freud, Anna. "Schwiergkerter der Psichoanalyse is Vergangenheit und Gegenwart". (Dificultades del Psicoanálisis en pasado y presente). In:"Die Schriften der Anna Freud". (1968) Frankfurt M. 1987 B. Págs. 2481 – 2508.
XII) Groddeck, Georg." Das Es und die Psichoanalyse". (1925). In: "Psa.-info.-Nr. Berlin, 23 de Octubre de 1984. Pág. 13. ("El Ello y el Psicoanálisis").