A propósito de la transmisión musical en la relación madre-bebé1
Psic. Silvia María Cerrutti

Esta reflexión de un trabajo de investigación concerniente a un estudio exploratorio sobre los rituales de acostar al niño y el lugar de la canción de cuna en el psiquismo de los padres. El mismo fue efectuado en el marco del Diploma de Estudios Profundos (DEA) de Psicología Clínica, Patológica y Psicoanalítica, aquí en París V, bajo la dirección de la Profesora Hélene E. Stork.
El estudio fue realizado sobre 23 niños (cuyas edades estaban comprendidas entre 2 y 45 meses) pertenecientes a 20 familias. Estas familias de un nivel socio-económico medio habitan en el distrito decimosegundo de París. La edad de los padres variaba de 27 años para los más jóvenes hasta 43 años para los de mayor edad.
El modo de recoger los datos fue la entrevista semidirigida (entrevistas registradas con fonograbador) y la observación fílmica dirigidas sobre las interacciones adultos niños efectuadas a domicilio y en la guardería en el momento de acostar al niño.
El interés de este estudio fue suscitado a partir de mi práctica clínica en un servicio hospitalario de Montevideo, donde estuve en contacto con familias pertenecientes a un medio socio-económico carenciado, así como también con otros equipos de investigación y de asistencia que se ocupan de ellas. Nuestros equipos de trabajo percibieron en el relato de muchas madres sus quejas sobre su incapacidad de cantar canciones de cuna, o para contar cuentos infantiles tradicionales a sus hijos. Lo que por otra parte no es dicho sin angustia. Ellas denunciaban una "ruptura" en la transmisión transgeneracional, algo que probablemente esté más allá de los conflictos de la díada madre-bebé y que concierne a la dimensión cultural a las repercusiones sobre las técnicas de maternaje.
En Francia, un estudio musicológico efectuada en la región de Estrasburgo y sus alrededores, indica que las canciones de cuna están a punto de desaparecer completamente del repertorio popular y que las madres, hoy, prácticamente no cantan a sus hijos (Antoine, 1988). En un reciente estudio Stork (1997) observa que en los países europeos y en los Estados Unidos la costumbre de acostar al bebé en un cuarto separado de los padres prevalece. Ella notó también, que el uso está en vías de desaparición, así como también la práctica del acunamiento.
Los descubrimientos de la psicología experimental aportan datos interesantes sobre lo bien fundado del acunamiento, y sobre la eficacia de tomar al bebé sobre los brazos para calmarlo. Para Korner (1965,1970) las estimulaciones vestibulares producidas por el cambio de posición tienen un efecto calmante sobre el bebé más que el contacto cutáneo. Estas mismas estimulaciones cuando son breves y de predominio vertical activan el barrido visual del bebé y su capacidad de atención. Clark (1977) mostró que las estimulaciones vestibulares tienen un efecto positivo sobre el desarrollo motor del niño.
Daniel Stern señala la importancia del ritmo en las interacciones madre bebé, sus trabajos muestran como las repeticiones temporales, así como el hecho de que la madre adopte un ritmo regular en la interacción con el bebé, son extremadamente propicias para las adquisiciones cognitivas de éste. A través de lo que es conocido (el ritmo), la madre prepara al bebé para aceptar lo desconocido (variaciones de estímulos).
Otros autores, particularmente Renata Gadini (1993) mostraron el efecto provocado por la rima y la repetición, sobre el psiquismo. El placer que es experimentado en las rimas de las canciones de cuna, hace posible el colmar la frustración ligada al desapego en el momento de considerar la separación que impone la entrada en el sueño. Este placer implica a un nivel profundo la certeza que la separación será seguida por la re-unión alivia entonces, la angustia de la pérdida. la rima re-une dos sonidos diferentes, es decir, dos elementos diferentes.
Implica la reunión después de la separación. Las rimas que caracterizan el estilo poético de las canciones de cuna, contribuirían en esta perspectiva a una reconfortación del niño, y del que no lo es más, su madre.
Sin embargo, la práctica de cantar a los niños pequeños en el momento de dormir desaparece (Stork, 1993,1997). El patrimonio de las canciones de cuna se pierde y la cajita de música tiende a reemplazar la voz cantada de la madre.
Los estudios interculturales muestran que la fuerte aparición del discurso científico alcanzando las prácticas que considera a menudo como "naïves" , es un fenómeno que evidentemente, no se limita a Francia. Las investigaciones interculturales dan cuenta de la rápida desaparición de maternaje en diferentes regiones del mundo. En el mundo occidental, numerosos autores (Loux, 1974; Gelis, Laget y Morel 1978; Danzelot, 1971) sitúan este fenómeno masivo desde mediados del siglo XIX. Por ejemplo, el Dr. Pinard (1885) decía:"La mejor cuna es la que no se puede acunar..."2. La cuna es reemplazada por la cama que será ubicada lejos de los ruidos. Los trabajos de los etnólogos detectan los últimos trazos de las prácticas antiguas en la campaña francesa hasta comienzos de los años 50, pero prácticamente no más allá. Esto prueba sin embargo, la importancia de las resistencias con las cuales tropiezan los nuevos principios de puericultura.
Esta realidad, es decir la pérdida del patrimonio de las canciones de cuna, me ha incitado a tomar en cuenta la dimensión cultural a menudo descuidada en nuestras prácticas clínicas por lo cual me he interesado en los trabajos del Prof Stork.
Puesto que, si la organización del ritmo vigilia/sueño en el niño es ampliamente tributaria al inicio de la vida de la puesta en marcha de mecanismos neurofisiológicos, sabemos bien que, muy temprano esta organización está igualmente sometida al aprendizaje y al acostumbramiento, es decir, a normas largamente impuestas por los modos de vida y la cultura ambiente. Esto, teniendo en cuenta como lo precisa Stork3 que: "Todo comportamiento parental (o institucional) de cuidados al niño, más allá de la dimensión individual de quien lo prodiga, se inscribe a la vez en tradición oficial de la puericultura de la región de la cual él es tomado y en un conjunto de creencias, de ideas, y de concepciones sobre la salud, el desarrollo y la educación que se transmiten en el seno de las familias de generación en generación".
La fase previa a la conciliación del sueño comporta, en varias culturas y por excelencia en un gran número de familias, un intermedio lúdico. Los rituales de acostar al niño responden de una manera implícita a la demanda emitida por el niño de sentirse en seguridad en el momento de conciliar el sueño. Las canciones de cuna van particularmente a cumplir esta función al instaurar un placer lúdico entre el adulto y el niño. Las palabras que se dirigen al niño que no habla aún, pertenecen lo más a menudo a la lengua materna. Por consecuencia, van a enraizarlo a las fuentes de su cultura.
Conjuntamente con las canciones de cuna y muchas veces en su lugar encontramos, como rituales de acostar al niño, a las rimas, a los refranes, a los cantitos infantiles, o simplemente, entonaciones u onomatopeyas. Rituales que son a menudo trasmitidos oralmente de generación en generación. Es allí, donde el lenguaje materno se hace eco de los balbuceos infantiles.
Los rituales de acostar al niño forman parte integrante de un conjunto más amplio de conductas denominadas las "técnicas del cuerpo". El primero en definirlas fue el antropólogo francés Marcel Mauss. El está en el origen de la creación y difusión de este concepto. En 1934 dice en la Sociedad Francesa de Psicología: Yo entiendo por este término las maneras como los hombres, sociedad por sociedad, de una forma tradicional, saben servirse de sus cuerpos" 4
Mauss subraya que el cuerpo es el primer y el más natural instrumento del hombre poniendo en evidencia que las "técnicas del cuerpo" son actos construidos en función de un objetivo que no concierne solamente a un individuo, sino a toda una sociedad. Se trata de "montajes fisio-psi-sociológicos de las series de actos que se transmiten de una manera tradicional, propia a cada cultura".5
Así, ellas permiten la adaptación del individuo a su sociedad y a su cultura. Es Mauss, quien nos va a prevenir de la noción de acostarse considerado como un hecho absolutamente natural, puesto que en realidad no lo es. El acostarse releva técnicas del cuerpo, y todas estas técnicas conllevan una impronta cultural. Ellas están fuertemente influenciadas por la educación que hace adaptar el cuerpo a su uso.
Según este autor, las técnicas del cuerpo varían fundamentalmente con las sociedades, los procesos educativos, las conveniencias, las formas de uso y los prestigios. Dicho de otra manera, para Mauss, las "técnicas del cuerpo" y más específicamente las técnicas de maternaje dependen de alguna manera de "la razón práctica individual y colectiva", y no son por lo tanto simples repeticiones. las técnicas de maternaje pueden tanto hacerse perennes con una gran estabilidad como perderse en el curso de la historia.
Ahora bien, en lo que respecta al modo de transmisión de estas técnicas, Mauss (estando influenciado por el pensamiento de Platón) lo aproxima al modo de transmisión del acto religioso, mágico y simbólico, a través de las nociones de tradición y eficacia. El dice: "No hay técnica y no hay transmisión, si no hay tradición. Es en lo que el hombre se distingue antes que nada de los animales: por la transmisión de estas técnicas y muy probablemente por su transmisión oral".
En los mecanismos de transmisión de los gestos de maternaje, Mauss confiere un carácter esencial a la imitación. Así, él elabora el concepto de "imitación prestigiosa": El niño, el adulto, imita actos exitosos realizados por personas en las que él tiene confianza y que a su vez, tienen autoridad sobre él.
Stork en 1986 ha considerablemente desarrollado y enriquecido estos conceptos con un análisis psicológico y cultural de las técnicas de maternaje basado sobre la observación fílmica, de los cuidados prodigados al niño, del destete, y de los momentos de enfrentar la separación con él. Ella diferencia tres estadios en el proceso de transmisión. El primero es el del "aprendizaje kinestésico primario" (concepto propuesto por Margaret Mead). Este aprendizaje se inicia desde las primeras etapas de la vida por los cuidados maternos. A partir de la observación de diferentes configuraciones posturo-gestuales de maternaje en diversas culturas Stork pudo poner en evidencia que los esquemas del comportamiento parental se inscriben en el individuo en el momento mismo en que él es objeto de los cuidados, es decir durante su primera infancia. Lo explica por: "la impregnación corporal, la incorporación de los estilos gestuales y posturales que se desarrolla en el curso de los intercambios con el adulto maternante...". Es decir que, el aprendizaje kinestésico primario, no procede ni por la observación ni por el cumplimiento de una orden explícita (por eso se lo califica de primario), sino que el proviene de "la memoria del cuerpo".
Dicho aprendizaje le permitiría al adulto estar mejor preparado para prodigar al niño tal o cual tipo de cuidados. Las experiencias ulteriores atenuarían o reforzarían simplemente este tipo de modelo.
Nosotros hemos podido recoger, durante las entrevistas realizadas a padres, datos concernientes a la transmisión de las canciones de cuna que parecen ilustrar este estadio de aprendizaje (o al menos algunos de sus aspectos). Tomemos un ejemplo: Durante una entrevista (realizada con un padre y su niño, Pedro, de tres años y cuatro meses) el padre nos dice que tiene la costumbre de cantar muy a menudo a su hijo, y que esta costumbre él la tomó desde el primer encuentro con su hijo en el sanatorio. El tiene un muy vasto repertorio de canciones. Es así que una vez, mientras que él se encontró cantándole a Pedro en presencia de su propio padre, éste sorprendido le comenta: Pero, es increíble, es exactamente la misma canción que yo te encantaba cuando tú eras pequeño". El padre de Pedro explica: "Aparentemente esta canción quedó en mí y surgió así, puesto que yo no lo habría elegido conscientemente, no es mi preferida".
Yo les daré otros ejemplos donde son los padres que reconocen en sus hijos signos de este aprendizaje primario. He tenido en una guardería una entrevista con los padres de Julieta (de tres años y seis meses) a quien los padres han mecido mucho y para quién han cantado mucho durante los primeros meses de su vida. Mientras nosotros hablábamos Julieta jugaba con su hermano cerca de nosotros. Una semana más tarde volví a encontrar a esta familia en su domicilio. Al final de este encuentro la mamá de Julieta me dice que quiere comentarme algo que la sorprendió mucho, y que sucedió la noche del día en que la había entrevistado: Julieta le pidió: "mamá acúname". Ella agrega: "Como yo estaba muy sorprendida por su pedido pues creía que ella no sabía lo que quería decir acunar, le pregunté: ¿Cómo quieres que te acune?".
Julieta toma su muñeca y reproduce exactamente la forma en que ella acunaba pidiéndole además una canción de cuna. algunos días más tarde Julieta jugando con su madre le pide que le ponga los cassettes que escuchaba cuando ella era pequeña. La madre me dice: "En eso también me sorprendió, porque ella reconoció la canción con la que se dormía. Julieta se interesó en esa y no en las otras".
Otra mamá se expresa durante la entrevista de la manera siguiente: "Para mí la canción de cuna da cuenta de lo que uno es. Es así como yo la siento. Yo lo he cantado muchas, muchas canciones a Pablo, y cuando yo le digo: ¿te acuerdas cuando te cantaba la "Petite Chanson?". El sonríe y se divierte porque se acuerda". Ahora bien, (antes de encontrar a la mamá de Pablo), durante mis observaciones en la guardería yo vi a Pablo cantarle una canción de cuna a una muñeca durante el juego libre precedente a la siesta.
A éste primer estadio de aprendizaje de las técnicas de maternaje sucede un segundo estadio indentificado por Stork como "la imitación en el curso de la segunda infancia". Es un procedimiento diferente al del estadio precedente y que varía según las diferentes culturas. Este proceso se opera por la observación, la orden explícita, y a diferentes niveles por la participación afectiva. Stork remarca que en las sociedades occidentales donde hay un predominio de la familia nuclear (por oposición a las sociedades de Africa Negra y de Asia donde predomina el sistema de la familia extensa), la imitación por parte del niño de los gestos de maternaje es más fácilmente identificable en las niñas durante el juego con su muñeca.
Podemos ilustrar este estadio a partir de una observación fílmica realizada en el momento de la siesta de los niños en una guardería: Mientras que la educadora preparaba las camas para los niños, una niña organiza en su juego la misma actividad a la cual ella asistía. Ella imitaba a su educadora.
Otro ejemplo es el de una madre que cantaba a su niño esporádicamente y que dice haber aprendido a cantar canciones de cuna con su madre. "Cuando ayudaba a mi madre a acostar a mi hermano menor. Yo la veía cantar" (Su hermano es once años menor que ella).
El tercer estadio es "el aprendizaje en la edad adulta". Esta etapa tiene lugar cuando la madre se encuentra confrontada a la tarea de brindarle cuidados a su propio niño. En los países de cultura occidental se trata lo más a menudo de un aprendizaje puntual y técnico (Stork,1994) realizado en la clínica obstétrica durante la preparación para el parto.
Algunas madres nos han comentado que ellas aprendieron a cantarle a su hijo viendo a sus maridos hacerlo. Una madre comenta durante la entrevista "tengo el recuerdo de mi marido en el sanatorio tomando a nuestro hijo en sus brazos y cantándole una canción de cuna. Fue mirándolo durante esas noches que aprendí a cantarle".
Otros padres dicen haber aprendido a cantar canciones de cuna durante el curso de preparación al parto con su partera. Una mamá de un niño de tres meses comenta: "Yo le he cantado mucho a Eric cuando yo estaba embarazada y cuando él era chiquito. Ahora yo no le canto más porque él creció y juega mucho solo. Entonces yo no intervengo más. Sobre todo porque eso no parecía provocar en él el efecto buscado". Interrogada sobre "el efecto buscado", la madre responde de una manera presupuestamente evidente: "que él se acuerde de cuando estaba en mi vientre, pero él no manifestó ese interés". Esto podría hacernos pensar que este aprendizaje de la edad adulta pasa más por la esfera intelectual que afectiva, en relación a los estadios precedentes.
Para concluir esta exposición, que tenía por objetivo aportarles algunos ejemplos concernientes a los mecanismos de transmisión de las técnicas de maternaje y sobre todo en lo que respecta a la canción de cuna, querría reflexionar con ustedes las interrogantes que se mantienen abiertas:
- En primer lugar ¿cómo comprender la desaparición de una práctica milenaria como la de cantar canciones de cuna, en la cual ya Platón reconocía un rol benéfico tanto para el cuerpo como para el alma de los niños pequeños?.
- En segundo lugar ¿es la "prescripción" de las canciones de cuna eficaz?.
Porque según nuestras observaciones parecería que las madres que aprendieron canciones de cuna durante su preparación para el parto o enseguida después, no cantan por mucho tiempo a sus hijos.
Los resultados sugieren también, que lejos de ser olvidadas, las canciones de cuna están siempre allí, como si estuvieran en estado de "latencia", es necesario a veces, una crisis del niño para evocarlas.
Por el contrario, los padres que cantan a menudo a sus hijos y que son propensos a mantener ese uso a lo largo del tiempo, nos han señalado que ellos han aprendido con sus padres durante su infancia. En este sentido, "la memoria del cuerpo" dejaría trazos más pujantes que van a reactivarse durante los encuentros con el niño.
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Notas:

1 Este trabajo fue presentado en las "IX Jornannés Scientifiques de Musicothérapie: Mémoire Musicale et Pratique Clinique". Organizadas por la Unidad de Formación para la Investigación (UFR) del Instituto de Psicología de la Universidad Rene Descartes, París V, La Sorbona y la Asociación Francesa de Musicoterapia, en Noviembre de 1997 y publicado en La Revue de Musicothérapie, Vol. La XVIII, N°2,Mayo 1998.
2 PINARD, A. (1885), La Puériculture du Premier age, nourriture, vetementes et hygiene, París, Colin (Ed. De 1913).
3 Stork, H.E.; Gestes du Maternage en situation d’immigration.Enculturation, Trassmision, Acculturation, Bulletin de Psychologie, XLVII, N°419, PP. 280; 1995.
4 Traducido por nosotros. La frase original es: "J’entendens par ce mot les facons dont les hommes société par société, de’une facon traditionnelle, savent se servir de leur corps". Mauss, M.; Les Techniques du corps, Journal de Psychologia. XXXII, N°3-4 PP.278; 1935.
5  MAUSS,M. (IBID, PP.278).

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