Pensando la clínica a través del enfoque modular-transformacional
Adriana Wieliwis
Gabriela Glotzer
Gillie Taño
Lisandro Vales

Algunas líneas de nuestro marco teórico

La complejidad y lo intersubjetivo en la clínica - el sujeto del vínculo

Planteamos una situación de la clínica para poder dar cuenta de algunos puntos trabajados acerca del pensamiento de Hugo Bleichmar. Este enfoque integrador de la complejidad del sujeto psíquico aporta elementos que enriquecen el trabajo clínico al considerar las múltiples variables en juego en la situación de consulta.
Pensamos que la perspectiva de Bleichmar en una institución que trabaja desde lo vincular, se constituye en un aporte interesante. El encuentro, desde la complejidad de variables en juego que precipitan la consulta, se constituye en un desafío a la capacidad potencial que el vinculo terapéutico contiene para ir mas allá de una comprensión reduccionista de las posibles áreas de intervención y de diagnostico que se abren en el encuentro.
Es en la articulación de los diferentes sistemas y de transformaciones, lo que genera configuraciones diagnósticas que son específicas para cada paciente y orientará el proceso terapéutico, esto lo llevará a dar respuesta a la pregunta: ¿Qué tipo de intervención terapéutica, para qué tipo de configuración diagnóstica o para qué componente de la estructura psíquica e intersubjetiva? Este encuentro desde el vamos interpela las variables que circulan en la situación analítica y que tienen que ver con lo que ambos integrantes de la dupla construyen de algún modo. Lo vincular atraviesa la situación clínica en esta modalidad de encuentro que pone el acento en la dimensión Inter.: en lo que está entre, uniendo y separando (Kaés, R. 2002), constituyendo-se desde allí.
Quizás esta impronta vincular sea el aporte original de Bleichmar para el trabajo clínico que aún en la situación bipersonal se ubica desde lo intersubjetivo para pensar.
La concepción de hombre del psicoanálisis que plantea un sujeto en conflicto entorno a las vicisitudes del deseo y la defensa, integra en esta concepción la dimensión intersubjetiva para plantear un sujeto producido-productor del vínculo. El sujeto psíquico entendido como sujeto del vínculo, lejos de sustituir el sujeto freudiano, lo complejiza y enriquece generando la posibilidad de abrir líneas de visibilidad en el ámbito clínico.
Decimos que lo vincular atraviesa la clínica que nos plantea Bleichmar, no solo por atender a los sujetos allí presentes, sino también en lo que tiene que ver con el vínculo entre las dimensiones internas, que tipo de relación el sujeto establece con respecto a si mismo.
Incluir en el trabajo la forma en la que el paciente nos habla de cómo se trata a si mismo es un aporte interesante que nutre a la clínica vincular y enriquece la noción de vínculo(1).
Este modelo clínico que subraya lo intersubjetivo apunta sobre todo a una actitud alerta a los reduccionismos que amenazan un diagnóstico "suficientemente bueno" y comprometen las áreas de intervención pertinentes en un trabajo que puede resultar sesgado a determinado sector relevante de la situación de consulta pero que puede también ocupar solo un lugar periférico en la problemática

Bleichmar propone el modelo modular-transformacional, basado en la articulación de sistemas motivacionales.
Los sistemas motivacionales(2) que él resalta son cinco: sistema de la hetero-autoconservación, sistema de apego, sistema narcisista, sistema sensual-sexual y regulación psicobiológica. Los cuales no agotan los posibles, y no son entendidos como compartimientos estancos sino que están relacionados entre sí de manera compleja (3).
Cada uno de ellos puede describirse por la cualidad de deseos, angustias, y defensas que se activan en el sujeto y tienen al otro como destinatario, marcando así sus formas de vincularse.-
Por ejemplo, en el sistema de hetero-autoconservación: el mantenimiento de la integridad corporal y mental se construye y desarrolla en la relación con alguien que cuida y sostiene, y en el sistema narcisista el deseo está dirigido al otro en búsqueda de reconocimiento.

 

Situación clínica

Se presenta una viñeta clínica, como disparador de conceptos desde el enfoque Modular - Transformacional de Hugo Bleichmar.-

"Hombre de 40 años que consulta por estar muy angustiado frente al divorcio luego de estar casado 15 años, y de tener actualmente una pareja. Consulta porque no sabe manejar la información para decirle a la hija sobre la nueva pareja. Es un hombre de altos valores morales que 'se caso para toda la vida'. La actual pareja era conocida de la adolescencia y no la había visto en mucho tiempo, al reencontraste el estando casado inician una relación de amistad. La esposa al enterarse no se molesta pero luego de observar varios encuentros de ellos decide separarse. El niega durante el matrimonio y hasta tres meses de separado haber tenido mas que amistad. Luego de un año de tratamiento y de haber bajado la angustia , de orientar  por el motivo de consulta por el que vino surge el tema "de los olvidos". El recuerda haber conversado con la actual pareja y haberse ido de la casa de su esposa e hija, pero no recuerda algunos momentos de conversación donde se decidió tal cosa.
La expresión de los afectos están totalmente suprimidos , aunque no se muestra ser una persona racional, si bloqueada en cuanto al sentir afecto.
El recuerda una experiencia de pequeño, un día cuando la mama lloraba y le pregunto" Me separo de papa"? a lo que el respondió no! Hoy en día frente a su vida se cuestiona esa situación, donde los valores morales sobre estar casado" toda la vida "sopesan en el."

El material clínico que planteamos sin dudas orienta rápidamente a pensar en un trabajo en torno a las presiones internas de X vinculadas a la culpa que genera el mandato interno de ser sujeto desde el imperativo de los valores morales. Si bien es lo que "salta a la vista" de la escucha, el trabajo desde la perspectiva de H.Bleichmar intenta abrirse a la complejidad de los múltiples elementos que rodean un motivo de consulta.

En primera instancia, pensamos que la dificultad de X para tomar contacto con sus afectos está al servicio de mantener a distancia la angustia que el aceptarse separado de su esposa, con quien se casó "para toda la vida" y enamorado de otra mujer le promueve. Su tirano interno, al decir de Bleichmar, no avala un tal modelo de hombre.
Se necesita de la condición de padre de familia para ser aceptado.

Vivir la plenitud de la relación de pareja que le dio vida a sus afectos lo llena de culpas al entrar en conflicto con el mandato superyoico .
Esta fuerza de los valores morales que X no deja de repetir en las sesiones, da cuenta del gran espacio que estos ocupan en su espacio psíquico así como en su espacio terapéutico.
La solidez de los valores morales parece ser un lugar de gran solidez también para SER en el mundo.
X sabe quien es en tanto no se suelta de la identidad de padre de familia...a cualquier costo, y eso incluye los costos psíquicos del disfrute
Si bien este paciente puede ser pensado desde aspectos inherentes el complejo de Edipo y sus correlatos desde el complejo de castración, intentamos a su vez brindar otra visión no opuesta sino integradora y si se quiere de los múltiple niveles que conforma al sujeto Psíquico.-
En tal sentido estos niveles corresponderían a lo que Bleichmar postula como Módulos – no estancos – en una interacción dinámica ( sinergia, oposición, conflicto prevalecía de unos en determinados momentos, desactivación, etc, entre los mismo) y su componente transformacional (4)
La hipótesis Freudiana de la representación y el afecto cobra un relieve importante en el trabajo no solo desde lo simbólico, y he aquí el poder de la palabra, sino también de explorar e integrar mas aspectos emocionales. Este punto tiene que ver con el concepto de vínculo y su correlato en el encuentro de la situación clínica.-

La realidad se impone en forma diferente a su creencia pasional, reflejado en un ideal del yo que tiene que ver con "no separarse" que viene desde lo identificatorio con su padre.-
El peso de estas identificaciones que se expresan en la creencia matriz pasional como que "adscribiendo a un ideal de familia ‘nos casamos para toda la vida’" implica que se va a estar a salvo y no habrá separación" , que refleja una diferencia entre verdad eterna y verdad histórica "
Detrás de sus altos valores morales , reflejan un superyo rígido.- Es así que pensamos que se trataría de reconstruir su historia en relación a como surgieron estos valores morales, y a su vez al mismo tiempo, a través del vinculo terapéutico inaugurar nuevos formas de relacionarse, que interiorizan nuevas formas de vincularse.- incluso el consigo mismo
Dado que esto trae a colación las representaciones de sus padres y a las propias, es que debemos ser cuidadosos , debido a que forman parte de su identidad de sujeto, y de su relación consigo mismo. En este paciente aparece su auto censura , apareciendo la culpa.-
A pesar de esto aparece un deseo manifiesto de trabajar su culpa y poder conectarse con sus afectos, esto de acuerdo al pensamiento de Bleichmar se trata inaugurar modalidades inéditas de relacionarse consigo mismo, permitiéndose un contacto mas fluidos con sus afectos.-


Sostenido de los valores morales para no caerse, el buen trato al si mismo

Pensamos que la línea de trabajo privilegiada para este caso tiene que ver con el trabajo a nivel de la modificación del superyo. Condición para contactar con el dolor por sentir necesidades distintas a las que su deber ser le señala como adecuadas. De todos modos, las reflexiones previas acerca de sostener valores morales para sostenerse como sujeto, también nos orientan a considerar los aspectos relacionados al apego.
Romper con el modelo identificatorio de la herencia parental puede ser vivido en términos de separación-pérdida de los primitivos objetos de amor. Motivaciones inconcientes poderosas que tienen que ver con lo mas arcaico de la estructuración psíquica.
El planteo de Bleichmar, amplía el alcance de la mira en la situación clínica al enfrentar al sujeto a la dimensión interna, a cómo se trata uno a si mismo en el manejo de la vida afectiva.
Es importante poder incluir el análisis de cómo el sujeto se trata a si mismo con esto que le sucede. El trato que se da para tramitar su dolor, también es algo que le sucede y que es necesario atender.
Esta dimensión del trabajo constituye un aporte original del autor y en situaciones como el caso que planteamos son terrenos totalmente inexplorados del mundo interno de las personas. En la exigencia interna de colmar expectativas incuestionables, X no tiene piedad de si mismo. Seguramente no conoce que eso sea posible, y el vínculo terapéutico inaugure esta experiencia. El también puede ser sujeto de la actitud para pensarse, lo que promueve un contacto mas genuino con el sentir.
Pensamos que sin una exquisita exposición a nivel teórico (que excede los objetivos de esta comunicación) lo central con respecto a la cualidad del afecto está dado en la necesidad de esa función complementaria del encuentro sujeto a sujeto que habilita para ser sujeto del sentir. Son aspectos del trabajo analítico que desafían la capacidad de modulación afectiva del terapeuta y que se construyen en el espacio intersubjetivo.
El vivirse agente (destacamos el carácter activo en el término agente) en el proceso de conocer mas acerca de la propia subjetividad, amplía considerablemente el repertorio de los recursos que uno tiene para pensarse.
Es este uno de los puntos centrales que creemos se constituye en aporte del pensamiento de Bleichmar, y que fundamenta la impronta vincular del autor para pensar la clínica.
Observar y trabajar en la línea de como el sujeto se trata a si mismo mientras trabaja con el analista, es un ir mas allá de lo puntual de los motivos de la consulta.
Abre todo un capítulo que pensamos en términos de producción de subjetividad, en tanto devela al sujeto que existe dentro de él una surgente de malestar que tiene que ver con la falta de consideración consigo mismo y que él tiene un papel activo en ello.
El contacto con esta nueva ruta psíquica para pensarse, presenta al sujeto un costado quizás nunca visto (inédito) de si mismo y que hace posible pensar en la relación consigo mismo como un factor importante en juego en múltiples situaciones causantes de malestar pasadas, quizás futuras, que se resignifican y por lo tanto se comprenden desde otro lugar y de otro modo, con un potencial mayor de integración a la experiencia del si mismo. (Bleichmar, H 1997 pag. 276)

 

Valores morales y el apego

Partimos de la culpa y la tiranía superyoica que da cuenta de una vida afectiva coartada por mandatos parentales, ahora internalizados. X no se permite el derecho a merecer lo que desea, eso significa una transgresión a la norma y el discurso parental.
Sabemos que su infancia lo colocó en un lugar entre el orgullo por pertenecer a una familia constituida, respetuosa de los códigos sociales y por eso poseedora de altos valores morales, y por otro lado, ser testigo y emitir opinión acerca de la relación de su padre y una amante con la cual no convivió, ya que eso hubiera supuesto la pérdida del estatus artificialmente sostenido. Los afectos, el amor, la pasión necesariamente se deben sacrificar si se quiere ser un digno padre de familia.
Siguiendo el planteo de Bleichmar con respecto a la complejidad que se despliega en la clínica, consideramos ahora el amplio espectro de la interrelación de los sistemas de deseo. El interjuego de los distintos módulos en relación dinámica presentes en la clínica agrega insumos para plantear otros aspectos de la situación.
Cada uno de ellos puede describirse por la cualidad de deseos, angustias, y defensas que se activan en el sujeto y tienen al otro como destinatario, marcando así sus formas de vincularse.
Podemos pensar que el baluarte que significa para X el ser sujeto desde los valores morales también puede ser pensado desde un fuerte componente ligado al apego. El módulo del apego que plantea Bleichmar de algún modo está presente siempre como algo que atraviesa la clínica. El apego en tanto inherente a la condición humana atraviesa todos los módulos planteados en el sistema modular transformacional que plantea Bleichmar, como un módulo que podría pensarse contiene a todos.
Pensamos que una hipótesis válida en este caso puede ser el pensar que los valores morales que X no deja ir, de algún modo pueden estar allí al servicio de no separarse de los objetos de amor arcaicos.

"Cambiar los valores del superyo es sentido como romper con los seres que han sido mas importantes para el sujeto; y no es la culpa lo que está en juego sino la angustia de separación, el dolor por distanciarse del objeto de amor." (Bleichmar, H 1997 pag 290)

Este momento vital de X re actualiza antiguas pérdidas-separaciones. El paciente también puede estar frente a nosotros desde la imposibilidad de transitar otro proceso de separación, que solo puede enunciar desde el pedido de cómo manejarse con su hija en esta situación. Quizás estemos frente a "un hijo" que necesita ayuda, para tramitar con un padre-terapeuta algo de su historia que no ha madurado a pesar del paso del tiempo y que encuentra en la repetición una vía de elaboración, afortunadamente fallida.
Así como recurre a la amante "en busca de sus afectos", pensamos que también viene a las sesiones en busca de sus afectos. No debe haber sido tarea fácil para un niño procesar como y qué sentir frente a un discurso parental que, a la vez que exalta el valor de los principios y la moral, incluye la existencia de una amante del padre.

Hoy, treinta años después, la escena se despliega en términos similares y X se encuentra en la encrucijada de qué debe sentir.

¿Como sentirse al ser él mismo el padre digno moralmente intachable, si se ha separado de su familia y está acondicionando un nuevo hogar para vivir con otra mujer?
Lo que permaneció bajo el imperio de la desmentida retorna y se instala con fuerza. Se resignifica una historia. Hoy con cuarenta años es capaz de responderse viejas interrogantes que movilizan afectos quizás inexistentes, mudos, o mas bien que necesitan ser rescatados. Por eso quizás X también venga al encuentro terapéutico "en busca de sus afectos".


La reconstrucción histórica...

Un elemento que comparte un mismo orden de importancia en el trabajo con una conflictiva centrada en lo superyoico como es el caso que planteamos, es lo relativo a la reconstrucción histórica de la génesis del superyo.
En el análisis del superyo subrayamos la intersubjetividad como el espacio de privilegio en el enfoque modular transformacional.
Pensamos que algo que tiene que ver con la internalización de un vínculo necesariamente se modifica en vínculo.
La transferencia comparte su protagonismo en la sesión con la observación acerca de la cualidad del vínculo que el sujeto tiene consigo mismo. Son éstos, dos de los llamados pilares técnicos sobre los que se asienta el análisis del super yo, y coexisten en el aquí-ahora de la sesión con un tercero: la reconstrucción histórica de la génesis y desarrollo del super yo. Tiene que ver con las condiciones en las que se incorporaron mandatos parentales sin cuestionamiento en momentos de vulnerabilidad psíquica por las viscitudes del desarrollo evolutivo.
El estado de prematurez biológica del ser humano es un determinante fuerte en la incorporación a ciegas de modos de intercambio afectivo que muchas veces parasitan la subjetividad constituyéndose en grandes obstáculos para un saludable equilibrio de la economía libidinal.
Nuestro paciente está recorriendo con su terapeuta un proceso de des identificación con respecto a los valores morales que lo habitan regulando la expresión de sus afectos y cercenando la capacidad de disfrutar en los vínculos. Estos llevan el sello del sometimiento a una única forma de ser hombre válido, y el vínculo transferencial dará la chance para trabajar "que no se trata de verdades eternas sino que se fueron adquiriendo poco a poco, en el largo camino de formación de sus sistemas normativos.. .lo que parece ser una verdad eterna pasa a ser una verdad histórica, algo construido bajo ciertas circunstancias por la influencia de ciertas personas."(Bleichmar,H, 1997 pag 292)

El desarrollo de estas reflexiones va dando cuenta de la multiplicidad de ópticas desde donde considerar una situación de la clínica.
A modo de titulares proponemos, para ir cerrando las consideraciones planteadas, que podríamos habernos centrado en lo relativo al narcisismo en juego como eje organizador de la reflexión, incluso pensar a X en términos de depresión..

¿Culpa o herida narcisista?

Quizás las dos cosas están en juego y sean distintas facetas del fenómeno que nos proponemos observar. Si pensamos que la situación de X pudiera ser un cuadro de múltiples entradas, la herida narcisista pudiera ser lo que encontráramos como problema a trabajar, planteando hipótesis en clave de narcisismo y en términos de sufrimiento narcisista por la distancia entre la representación del yo y los ideales. Esos ideales que contienen el ideal-mandato parental que anida en el interior de la subjetividad, enviando el sufrimiento narcisista por no llegar a los estándares exigidos. X se percibe desde esta mirada, no valioso, en tanto no cumple con el ideal incorporado.
Desde aquí, otra vuelta al calidoscopio de la situación, permite integrar otra faceta a la reflexión: la hipótesis de depresión no carece de fundamento válido.
Para Bleichmar la condición subyacente en la depresión se sustenta en la existencia de un deseo irrealizable. Un deseo que ocupa un lugar central en la economía libidinal, vivido como irrealizable. Se trata de una reacción depresiva a una pérdida de objeto que tiene un significado central para el equilibrio del psiquismo, y que en nuestro paciente bien puede ser entendido en términos de pérdida de ese objeto-si mismo casado, padre de familia respetable resumido en ser un hombre de altos valores morales.
Deseo irrealizable por la presencia viva de un pasado perturbador o de otro perturbador del cual se depende (Bleichmar, H 1997 pag.40-43)
Anexamos el diagrama propuesto por el autor para ilustrar las interrelaciones entre distintas condiciones causales para comprender las posibles vías de acceso a la depresión. (Bleichmar, H 1997 pag. 383)

De todos modos si hubiésemos partido desde el narcicismo o desde la depresión como hipótesis, seguramente la complejidad como el norte de la brújula hubiese guiado el pensamiento hacia buen puerto: (Bleichmar, H 1997 )el sujeto en la plenitud de la complejidad que lo constituye sujeto psíquico y que se escurre de comprensiones reduccionistas.

Bibliografìa

Bleichmar, H. (1997). Avances en psicoterapia psicoanalítica. Barcelona: Paidós.

Bleichmar, H. (1999). "Del apego al deseo de intimidad: las angustias del desencuentro", Aperturas Psicoanalíticas http:///www.aperturas.org, No. 2

Bleichmar, H. (1999b). Fundamentos y aplicaciones del enfoque "Modular-

Transformacional". Aperturas Psicoanalíticas    http:///www.aperturas.org, No. 1

Bleichmar, H. (2000). Aplicación del enfoque "Modular-Transformacional" al diagnóstico de los trastornos narcisistas. Aperturas Psicoanalíticas  Sitio web http://www.aperturas.org, No. 5 (Julio)

Bleichmar, H. (2001). "El cambio terapéutico a la luz de los conocimientos actuales sobre la memoria y los múltiples procesamientos inconscientes. ", Aperturas Psicoanalíticas http:///www.aperturas.org, No. 9 (Noviembre 2001)

Bleichmar, H. (2005) "Consecuencias para la terapia de una concepción modular del psiquismo" Aperturas Psicoanalíticas http:///www.aperturas.org, No.21 Diciembre (2005)

Kaés, R. (2002) "VÍNCULO E INTERSUBJETIVIDAD " Trabajo presentado en en

AUPCV , Montevideo, Abril 2002

 

 

ANEXO A Sistemas Motivacionales del enfoque "Modular-Transformacional

"... el enfoque "Modular-Transformacional" describe múltiples sistemas, con sus respectivas estructuras y variantes. ... algunos de los módulos y sistemas motivacionales, los que deben entenderse como estando articulados entre sí son:

Apego como fuerza motivacional ... Bowlby comenzó a enfatizar la importancia del apego como motivación ... (Bowlby, 1980; Murray Parkes, 1993), ... como indicando simplemente vínculo privilegiado con un objeto con el que se desea estar en contacto, y se buscan las motivaciones que lo sostienen, resulta que puede haber apego para asegurar la hetero-autoconservación (lo muestra el apego compulsivo de los pacientes con crisis de pánico), o impulsado por el placer sexual/sensual que el objeto brinda, o porque el objeto satisface necesidades narcisistas. En otros términos, el apego que se convierte en algunas personas en fuerza motivacional en su psiquismo que organiza la vida de fantasía y la conducta, que posee angustias y sufrimientos específicos (ansiedad de separación por ejemplo; dolor del duelo por el objeto perdido), ... Apego de base biológica, como lo indican los numerosos estudios recientes sobre los circuitos neuronales y neuroquímica del apego (Amini, 1996; Insel, 1997) ...

Regulación Psicobiológica de la regulación emocional, regulación de la intensidad neurovegetativa. Sector, por tanto, no del contenido temático/ideativo de las emociones sino de la reacción corporal, neurovegetativa.

El cuerpo tiene sus propias regulaciones, sus leyes de organización biológicas, y los efectos de lo mental ocurren porque lo que sucede en este nivel repercute, activa, desencadena procesos que siguen las regulaciones de aquél. Si hay conflicto intenso, aunque esté simbolizado, y si el cuerpo tiene vulnerabilidades en el sistema inmunológico, en el neurohormonal, en el vascular, etc., entonces, independientemente del grado de simbolización, se producirán afecciones. ... el concepto de "marcador somático": lo que otorga valor a una experiencia no es sólo la evaluación cognitiva sino cierto estado somático, dado por la activación de complejos circuitos subcorticales neurohumorales que "marcan" a un pensamiento con una carga específica afectiva y le hacen tomar relevancia (Damasio, 1996).

Hetero-autoconservación     Con este término nos referimos  a dos condiciones: en primer lugar, a que la autoconservación en el ser humano no es algo puramente instintivo sino que depende, en su estructuración, de algo que le viene desde un otro. No sólo aquello que va a ser considerado como amenazante para su integridad, aquello de lo que tiene que protegerse sino, también, las formas, los mecanismos automáticos que se ponen en marcha para satisfacer necesidades y conjurar peligros son aportados, a través de discursos y de la identificación por el otro. Incluso funciones y necesidades que parecieran puramente biológicas -hambre, por ejemplo-- reciben la impronta del otro en cuanto a cantidad a ingerir y, especialmente, a la  tolerancia al mantenimiento de la tensión de necesidad, es decir, a la perentoriedad con que se vive la necesidad. Las necesidades instintivas animales son moduladas y transformadas en cuanto a su intensidad y modalidades de satisfacción. ...

El sistema sensual – sexual que abarca desde el erotismo de la piel en su conjunto hasta el placer localizado en las zonas erógenas clásicas – oral, anal, uretral, genital – Posteriormente, cuando Freud introduce el concepto de narcisismo, introduce que es diferente el placer sensual – sexual que el placer de la valoración del yo. Distinción que permite entender por qué un sujeto es capaz de ahogar el placer de la sexualidad – oral, genital o de otras formas de sensualidad – con tal de satisfacer el placer narcisista.-

El sistema narcisista constituye así un modulo motivacional que aunque pueda tener su origen en el sensual – sexual, una vez constituido, pasa a poseer un grado importante de autonomía en relación con aquel... El sujeto se rebaja ante el objeto de amor, aceptando toda clase de humillaciones en pos del placer sexual; satisfecho este, el sistema narcisista puede volver a adquirir jerarquía, maltratándose al objeto para hacerle sentir su poder, hasta el momento en que el deseo sexual retorna con toda fuerza." (Bleichmar, 1997 ) ( Bleichmar, 1999)

Diagrama Básico del E.M.T. (bleichmar, 2001)