Ser o no ser (viejo), esa es la cuestión: "edaísmo" y activismo.
Fernando Rada Schultze 1

 

"Encanecer es una cosa muy triste; las canas son un mensaje de la naturaleza que nos advierte la proximidad del crepúsculo (…) Las canas visibles corresponden a otras más graves que no vemos: el cerebro y el corazón (…) ¿Por qué no decir la conclusión desalentadora? Ser viejo es ser mediocre. Vejez y mediocridad suelen ser desdichas paralelas".

José Ingenieros; El hombre mediocre.

 

I. Resumen

Enmarcado en el estudio de las relaciones intergeneracionales al interior de las diversas organizaciones, compete a este trabajo dar cuenta del vínculo específico que, entre personas de diferentes edades, se desarrolla en el seno de las organizaciones GLTTBI (2) de la Argentina. A tal fin se seleccionarán dos casos particulares considerados relevantes por tratarse de las ciudades más importantes de dicho país: Rosario y Buenos Aires. Allí se intentará describir esta particular interacción visualizando a la vez la presencia o no del componente discriminatorio por edad: el "edaísmo".

 

II. Introducción

Conocido es el consenso que las ciencias sociales experimentan respecto a las transformaciones que, en su estructura social, se encuentran atravesando las actuales sociedades en lo que hace al tránsito de sus poblaciones hacia el envejecimiento (Oddone y Aguirre; 2004). Uno de los fenómenos sociales en los que se manifiesta, tal como ha señalado Leicher (1980), es la exaltación de la juventud y, como corolario de esta, la discriminación y estigmatización a todo aquel que no lo sea. La discriminación resultante se evidencia en un prejuicio hacia los sujetos maduros a través de una actitud negativa vinculada a un conjunto estereotipado de creencias tanto de orden biológico como psicológico, simplificadas e inexactas, que se tornan desfavorables para el grupo al cual se las relaciona. Esta diferenciación negativa sobre el individuo de edad mayor llegó a tal punto que se materializó en una noción científica conocida como "edaísmo" o "viejismo" (ageism). En consecuencia, el prejuicio y el estereotipo resultante ignorarán, a partir de la generalización en gran medida infundada, la heterogeneidad de la categoría viejo. Por lo tanto, será uno de los objetivos del presente trabajo hacer hincapié en un aspecto de esta diversa y vasta categoría llamada vejez: el envejecimiento GLTB.
Tal como señalamos la condición de viejo implica heterogeneidad, motivo por el cual tiene sentido hablar de "envejecimientos" en plural y no de "envejecimiento". Por consiguiente, la otra variable que aquí cruzaremos y que nos permitirá hablar de vejez diferencial será la homosexualidad. Pondremos énfasis entonces en el particular cruzamiento de estas categorías, observando en especial cual es la relación y el vínculo que se establece entre los sujetos pertenecientes a distintos rangos etarios dentro de la comunidad homosexual de la Argentina. A tal fin estudiaremos dos organizaciones ambas pertenecientes a grandes núcleos urbanos del mencionado país. Estas serán VOX (de Rosario) y la CHA (en Buenos Aires). Consideramos que realizar este trabajo al interior de estas organizaciones nos permitirá no solo dar cuenta de la interacción viejo-joven, sino también la representación de la vejez que estas agrupaciones tienen.
La elección de estas agrupaciones radica en que estas organizaciones son de las más representativas en sus respectivas ciudades. Lo cual, sumado a la trayectoria y reconocimiento tanto social como político que poseen, las vuelve un interesante objeto de estudio a fin de acotar una dimensión igual de amplia y diversa a la de vejez como es la homosexualidad. Ambas organizaciones por lo tanto darán cuenta de los grupos antes mencionados bajo las siglas GLTB: gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales.
Pero no solo la diversidad es una particularidad que comparten las categorías vejez y homosexualidad. Otro componente que podemos encontrar en ambos grupos es la discriminación. Si sostenemos, como dicen Oddone y Aguirre (2005), que ser hombre o mujer, y la pertenencia a determinado estrato socioeconómico, implican ventajas o desventajas acumulativas durante todo el curso de la vida que repercuten en la forma de envejecer, podremos suponer que ser homosexual tendrá también su rasgo particular en el proceso de envejecimiento.
Sin embargo, lo que aquí nos interesa problematizar es respecto a otra discriminación, y es la que en el interior de la comunidad LGTB tiene como objeto a los adultos mayores.
Será entonces objetivo principal de este trabajo profundizar en lo que en otra ocasión dimos en llamar la "discriminación comunitaria"; a saber, la segregación que experimentan los gerontes GLTB debido a la preponderancia de cánones de belleza asociados a la juventud, como así también al vinculo directo que se traza entre envejecimiento y senilidad, incapacidad e imposibilidad (Rada Schultze, 2009a). Por lo tanto, en las próximas líneas nos ocuparemos de esta interiorización de la noción de "edaismo" que se da en el seno del colectivo GLTB.

 

III. Aproximación a la noción de "discriminación comunitaria"

Postular que el ser adulto mayor y homosexual conlleva una discriminación adicional para el sujeto no resulta una hipótesis difícil de comprobar. Basta con analizar la segregación que tiene como objeto a ambos grupos por separado como para imaginar el modo en que las diversas prácticas discriminatorias podrían potenciarse. Sin embargo, no será el punto central del presente escrito indagar respecto al cruce de "viejismo" y "homofobia" en la sociedad toda. Por el contrario, aquí se observará el cruce de estas variables al interior del universo GLTB. No obstante, como ya hemos esbozado en otra oportunidad la discriminación predominante dentro de esta comunidad es la que se centra en el componente etario y no tanto en la orientación sexual de la persona (Rada Schultze, 2009a).
La "discriminación comunitaria", tal como para este caso intentaremos definirla, consiste en la valoración negativa por edad que se realiza en el grupo de pertenencia inmediato de los sujetos en cuestión. Esto es, la segregación etaria al interior de la comunidad homosexual. Tal como señala uno de nuestros entrevistados "dentro de la comunidad gay, lésbico, travesti, transexual también están segregados los mismos viejos gays, lesbianas, travestis". Esto se debe a que dentro del mundo LGTB "hay una especie de adoración por la belleza, adoración por el cuerpo, adoración por la juventud (…) que hacen que la gente de la tercera edad que no representa los ideales de belleza, de juventud, queden excluidos".
No obstante, los activistas entrevistados acuerdan que "la discriminación de nuestra propia comunidad no nos complica la vida, sino la discriminación social y la discriminación del Estado". Para ellos entonces, la diferenciación negativa que traería problemas de integración reales sería la resultante de la carencia de políticas públicas debido a la ineficiencia estatal en el diseño de estrategias que persigan la igualdad de condiciones de quienes son segregados por su orientación sexual. Esta entonces sería la "discriminación social", la cual consistiría en problemáticas que trascienden a la propia comunidad en cuestión, viéndose reflejadas en la sociedad toda.
Sin embargo, si bien no pretendemos minimizar la injerencia de este tipo de discriminación sobre el colectivo en cuestión, observaremos por el contrario el particular vínculo intergeneracional que se desarrolla al interior de esta comunidad. Para esto traeremos a colación el concepto de Vínculo tal como lo trabaja Pichon-Rivière (1985) ya que creemos que el estudio del psiquiatra suizo-argentino arroja elementos útiles para analizar estas problemáticas.

 

IV. La Teoría del Vínculo en las organizaciones GLTB

Si bien podemos estar de acuerdo con nuestros entrevistados cuando estos nos dicen que "la idea de que los viejos se vuelven inútiles es un problema que trasciende nuestra comunidad" y que "cuando se mezcla con la orientación sexual, agrava todos los problemas", la segregación de los gerontes en el universo LGTB persiste desarrollándose con sus propias características. Los artilugios diseñados por Pichon-Rivière (1985) brindarán herramientas para enunciar y explicar algunas de estas particularidades de la discriminación a los viejos GLTB.
Siguiendo el postulado del psiquiatra suizo, y haciendo propia su propuesta, proponemos, como él sugiere, complementar la investigación psicoanalítica con la investigación social. Esto es, trabajar desde una orientación sociodinámica e institucional. Para esto aceptaremos la premisa de Pichon-Rivière (1985) de concebir al hombre en una "dimensión humana" y a la persona como una totalidad integrada por tres dimensiones: mente, cuerpo y mundo exterior constituidas dialécticamente.
La Teoría del Vínculo, tal como el autor la define, considera al individuo como un resultante dinámico del interjuego establecido entre el sujeto y los objetos (tanto interiores como exteriores) en una relación dialéctica que se expresa a través de determinadas conductas. Esto, según propone el teórico en cuestión, puede hacerse observable mediante el estudio de las relaciones interpersonales. Por consiguiente, el vínculo será definido como aquella estructura dinámica en continuo movimiento que engloba al sujeto y al objeto (P. 24).
Sin embargo, debido a que el autor propone integrar su trabajo con un análisis social, debemos indagar en el estudio del individuo como incluido dentro de un grupo. Por lo tanto, el estudio de la persona no sería tomando a esta aisladamente, sino en su interacción dentro de un colectivo. En la observación del grupo, advierte Pichon-Rivière (1985), no debe ignorarse el lugar determinado que este ocupa en el espacio social, como así tampoco la significación que tiene en la sociedad que está inserto (P. 26).
Para los casos que aquí hemos señalado (el de dos organizaciones GLTB), podemos situar a estos grupos en la disputa política frente a un Estado al cual ellos reconocen como ampliamente superior en lo que al poder político refiere. A esto debe anexársele la significación que tienen estas asociaciones GLTB tienen en la sociedad. Cabe recordar entonces que las mismas se ocupan de velar por los derechos civiles de una minoría sexual de la Argentina: la población LGTB.
Por consiguiente, en esta dialéctica relación y recíproca determinación Sujeto (organización GLTB)-Objeto (representación de vejez) es que tales colectivos no se detendrán a pensar la problemática de la vejez homosexual, postergando el tema aún más y profundizando la segregación de este subgrupo en cuestión.
Este evadir las discusiones en lo que a la vejez GLTB atañe creemos se debe a que, articulando el pensamiento de Pichon-Rivière (1985), si estas organizaciones "admitiesen" viejos entre sus filas o algunos de sus activistas se reconociesen como tal la lucha política sería todavía más adversa, ya que a la desigualdad de poder y fuerza política que tendrían estas organizaciones frente al Estado, sumado al hecho de defender los derechos de una minoría sexual, debería agregársele la cuestión de verse constituida por individuos "inútiles", "incapaces" y "débiles", todos valores asociados comúnmente a los adultos mayores. La negación sería entonces la conducta que reflejaría el rechazo a aceptarse como viejo, pero también a aceptar a "lo viejo" y lo que se entiende por eso.
Si se ha podido advertir en este último párrafo esbozamos una distinción entre grupo e individuos que forman al grupo. Esto se debe a que si bien se debe tener un "análisis vincular", no debemos perder de vista al sujeto como parte central del estudio, ya que este será quien logre identificarse con los valores asociados a la vejez o quien rechace a estos mismos.
Si bien el autor suizo ha dado cuenta de la noción de la identificación, como es sabido este concepto ha sido ampliamente trabajado por Freud y Lacan, autores sobre los cuales girará el próximo apartado.

 

V. Implicancias de la identificación con "lo viejo"

Tal como ya hemos estado señalando uno de los motivos de la no identificación con el ser viejo y, por consiguiente, con los valores atribuidos a esta etapa de la vida, se debe al hecho de la directa asociación a lo inútil y débil, a saber, a la noción de "viejismo". Esto podemos intentar explicarlo desde el pensamiento de Lacan (1976-1977) quien postula que "la identificación es lo que se cristaliza en una identidad" (P. 12). La sentencia lacaniana por lo tanto nos permitirá entender como el considerarse viejo implicaría asumir como propio el rol que la sociedad ha estipulado para los adultos mayores. Esto es: la pérdida de belleza y de fuerza, características por lo común relacionadas a la población joven.
No obstante, el modo de entender la identificación como lo hace el teórico francés no se acota allí. Por el contrario, Lacan (1976-1977) agrega que "una persona puede ser indiferente, y sin embargo, uno de sus rasgos será elegido como constituyendo la base de la identificación" (P. 13). Esto creemos es lo que ocurre con la valoración positiva a la juventud y la "preferencia" a la identificación y asociación a ésta, en oposición a la diferenciación negativa que se traza en torno a la vejez que genera un rechazo social e individual a cualquier tipo de vinculación a ésta.
Por lo tanto, tal como manifiesta Lacan (1976-1977), la identificación puede no tener nada que ver con una persona amada, sino que la indiferencia puede ser el rasgo predominante de tal interacción Sujeto-Objeto.
Para el caso que en este trabajo nos compete, articular nuevamente el pensamiento lacaniano es de gran utilidad. Aquí podemos ver como la imagen de juventud que se presenta como lo deseable, lo anhelado, no es un valor que pertenezca a alguien en particular. Por el contrario, podríamos decir burdamente que los valores asociados a la juventud "son de nadie y son de todos" al mismo tiempo. Por ende, esta valoración positiva no encontraría una asociación directa Sujeto-Objeto.
En este aspecto, es importante señalar que, este particular "ser de todos y ser de nadie" en simultáneo que definiría a la juventud como la meta a seguir, tendría para nuestros entrevistados una fuerte influencia el mercado y la mercantilización de la juventud como objeto o producto asequible. Para ellos el mercado ofrece "una imagen de gay musculoso, joven" como ideal a alcanzar. A lo cual agregan que, tanto espacios de socialización como productos "están cada vez más pensados para público más joven".
Por consiguiente, como ya evidenciamos, el "edaísmo" es una problemática que trasciende a la comunidad GLTB. Por lo tanto, el enlace afectivo a otra persona que definiría a la identificación freudiana no se daría en torno a un sujeto al cual se buscaría reemplazar en todo al intentar "ser como" el, sino que aquí, se procuraría perseguir un ideal social que trascendería al ámbito inmediato de relaciones del sujeto. Aunque de todos modos se busque un "ser como" y se lo considere un modelo a imitar, esta identificación se daría en relación a una imagen idealizada pero de alguna manera anónima. O sea, como antes hemos dicho, la identificación con rasgos que de cierto modo "son de todos y de nadie" a la vez.

 

VI. Consideraciones finales

A lo largo de este escrito hemos intentado indagar en torno a un tipo particular de vejez: el envejecimiento homosexual. Allí, en una suerte de trabajo de índole explicativa (en lugar de intentos descriptivos o exploratorios), se procuró dar cuenta del fenómeno de la segregación que experimentan los actuales gerontes GLTB al interior de su inmediato grupo de pertenencia; esto es, la discriminación que sufren en el seno de la misma comunidad homosexual de la Argentina.
Esta diferenciación negativa que recae sobre los viejos y viejas LGTB, si bien es cierto trasciende al universo homosexual, repercute de modo específico en este sector de la sociedad. Llamativamente los adultos mayores no solo encuentran vedada su participación en la sociedad toda, sino que también se encuentran carentes de un espacio en las mismas organizaciones que pelean por los derechos de gays, lesbianas y trans tanto de Buenos Aires como de Rosario.
La falta de espacio dentro del activismo es factible de explicar desde diversos ejes. Una razón, y la que aquí consideramos la más conocida, es que la comunidad GLTB de la Argentina no está exenta de las prácticas discriminatorias sobre los gerontes. Otra podría ser la invisibilidad que hoy afrontan los viejos y viejas homosexuales por no haber podido "salir del closet" haría que estos sujetos no decidieran acercarse a tales asociaciones (Rada Schultze, 2009b).
Sin embargo, la justificación que aquí intentamos esbozar es la que remite a la identificación (o a la falta de esta) con las poblaciones viejas. Esto podemos observarlo en el activismo desde dos puntos de vista diferentes que, aunque aquí hayamos enunciado tan solo uno de ellos, se explican mutuamente. El primero de estos sería que quienes logran considerarse viejos abandonan el activismo. El segundo de ellos en cambio consiste en que, quienes aun son militantes no se reconocerán como adultos mayores.(3) Tanto la identificación como la no identificación encuentran los mismos motivos: una suerte de incompatibilidad entre activismo y vejez.
Por consiguiente, para el caso de asociaciones como la CHA o VOX, instituciones que se caracterizan por una histórica lucha, a la vez que no son ajenas a la realidad social de la Argentina (de la cuales también son portadores de sus representaciones sociales), podemos explicar esta negación al reconocimiento en cierta ecuación que trazaremos del siguiente modo: si ser viejo es igual a ser débil e inútil, cualquier militante adulto mayor que se auto-reconozca como viejo (o sea como débil e inútil) ya no podría encabezar ni las acciones, ni las luchas que la CHA o VOX llevan adelante. Esto que parece una mera hipótesis lo encontramos reflejado en el siguiente testimonio de uno de nuestros entrevistados, quien, en referencia a pelear por hogares-geriátricos GLTB, contestaba que "supongo que será un problema del que me ocuparé cuando esté más cercano. Tendría que sentir que no soy útil en otros aspectos. Hoy prefiero abocarme a cosas como la unión civil o pelear por proyectos en el Congreso". Se hace presente nuevamente la directa asociación entre inútil y viejo.
No obstante no es de extrañarnos que un grupo discriminado segregue a su interior. Esto se debe no solo al hecho de que tal colectivo no está exento de los fenómenos que acontecen en la vida social. Lo que aquí ocurre podemos explicarlo desde la idea de roles contradictorios que menciona Pichon-Rivière (1985). Tal como señala este autor cada uno de nosotros desempeña múltiples roles que suelen ser opuestos, motivo por el cual una persona actúa de diferentes maneras. Por lo tanto un rol sería el de militante que pelea contra la discriminación que padece, y otro el de quien segrega a un Otro (esta vez no por su orientación sexual, sino por el componente etario).
En este punto es importante no perder de vista los componentes cuerpo, mente y mundo exterior que según Pichon-Rivière (1985) explicarían la "dimensión humana". Por ende, el no reconocimiento a la vejez se podría entender por múltiples factores sin poder sopesar unos sobre otros. Por el contrario, tal como evidencia el psiquiatra suizo, estos se combinan dialécticamente. Para este caso en especial los mismos podrían ser: la vejez como el cuerpo indeseado, la vejez asociada a lo inútil y la vejez vinculada a lo débil (lo cual imposibilitaría transformar ese mundo exterior que obstaculizaría la cotidianeidad del colectivo compuesto por gays, lesbianas y trans).
Es entendible entonces que, ante estas características adversas que definirían a la vejez, a los sujetos les cueste identificarse con tales patrones. El dilema entonces se hace presente y toma forma: ¿Identificarse o no identificarse? ¿Qué implicancias trae uno u otro? Este mismo dilema nosotros hemos preferido pensarlo desde la clásica obra teatral Hamlet.
Si bien es importante tener en cuenta, tal como ha señalado Jacques Lacan (1958-1959), que a pesar de que diversos trabajos realizados desde las Ciencias Sociales han intentado problematizar la lectura de Hamlet este no es un personaje real (P. 37), no debemos ignorar que, para los fines analíticos de nuestro trabajo, la articulación con la obra del dramaturgo británico William Shakespeare es más que pertinente, ya que tanto los activistas como Hamlet enfrentan un dilema (¿Identificarse o no? y ¿Ser o no ser? respectivamente) que dificulta su actuar debido a lo que implicaría proceder de determinado modo o aceptar determinada carga social.
Para el caso que aquí hemos trabajado, el dilema obviamente no gira en torno a un legado familiar, sino que más bien la implicancia de admitir "ser viejo" radica en que se debería aceptar a continuación el "ser inútil" y el "ser débil", factores que dificultarían aún más la lucha desigual que tales organizaciones deben desarrollar por tratarse de minorías que pelean por sus derechos.

 

VII. Referencias citadas

Fuentes bibliográficas:

Freud, Sigmund (1921): Psicología de las masas y análisis del yo, en Freud, Sigmund: Obras Completas, Amorrortu¸ Buenos Aires, Tomo XVIII.
Ingenieros, José (1913): El hombre mediocre, Bureau Editor, Buenos Aires, 2004.
Lacan, Jacques (1976-1977): L´insu que sait de l´une-bevue s´aile à mourre, Escuela Freudiana de Buenos Aires, Buenos Aires, 1988.
Lacan, Jacques (1958-59) Hamlet: un caso clínico, en Lacan oral, Ed. Bóveda, Buenos Aires, 1983
Leicher, Silvia (1980); La edad y el trabajo, Revista Criterio.
Oddone, Mª Julieta y Aguirre, Mónica Beatriz (2004); Ochenta y más: los desafíos de la longevidad, en Aspectos psicosociales del adulto mayor, Ediciones de la UNLA, Remedios de Escalada, Pp. 63-85...
Oddone, Mª Julieta y Aguirre, Mónica Beatriz (2005): Impacto de la diversidad en el envejecimiento, en Psico Logos: Revista de Psicología, Universidad de Tucumán; Año XIV Nº 15; Pp. 49-66.
Pichon-Rivière, Enrique (1985): Teoría del Vínculo, Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 2006.

Otras fuentes:

Rada Schultze, Fernando (2009a): Envejecimiento y homosexualidad: El caso de la Comunidad Homosexual Argentina, Ponencia presentada en Primer Congreso de Sociólogos de la Provincia de Buenos Aires, La Plata – Buenos Aires, 1-2-3 de Julio y 20-21 de Octubre de 2009.
Rada Schultze, Fernando (2009b): Vulnerabilidad, Aislamiento y Soledad: Algunas problemáticas de la vejez gay en la Argentina, en UXXS Magazine Nº 23, España.

Notas:

1 Fernando Rada Schultze. Sociología – Facultad de Ciencias Sociales – Universidad de Buenos Aires – UBA – Argentina. Investigador Estudiante del UBACYT SO17 "Las transferencias intergeneracionales de valores, conocimientos y savoir faire en las organizaciones". Director: María Julieta Oddone.  fernandorada@hotmail.com
2 Las siglas GLTTBI, como así también GLTB o LGTB, hacen referencia al colectivo compuesto por Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales. En este trabajo se hará uso indistinto de las diferentes expresiones posibles.
3 En este aspecto vale señalar que, si bien en ninguna de las dos asociaciones observadas quienes son activistas superan los 65 años, a pesar de que algunas de sus edades ronden por tal barrera, no habrá cuestionamientos en relación a estas temáticas. Por el contrario, el tema será postergado.