Palabras del Sr. Decano de la Facultad de Psicología Prof. Psic. Víctor Giorgi durante la presentación del Nº I de la Revista Querencia - Setiembre 2000.

En el tiempo que llevamos ejerciendo el Decanato de la Facultad de Psicología hemos tenido el gusto de participar en numerosas presentaciones de libros y revistas basados en la producción de docentes, estudiantes y egresados de esta Casa de Estudios.

La diversidad de temáticas, metodologías y modelos teórico referenciales asociada a la rigurosidad y pertinencia por sobre la heterogeneidad nos hablan de una Facultad que - a pesar de sus carencias presupuestales - genera conocimientos en niveles de excelencia y relevancia social acordes a la misión de la Universidad de la República. Esto nos llena de orgullo, son eventos con sabor a éxito, a superación de obstáculos, a realizaciones que estimulan y renuevan el compromiso para continuar trabajando, construyendo y deconstruyendo esta psicología universitaria que sólo vive en tanto se transforma.

Pero cada producción tiene sus singularidades, su "primera vez"... En esta Revista que hoy nos convoca la singularidad se construye desde mi punto de vista a partir de tres aspectos especialmente significativos.

En primer lugar se trata de una "publicación virtual", inmaterial, que nos introduce en ese tejido comunicacional que es el internet.

Para los universitarios los libros son algo muy especial. Hemos vivido y pensado muchas veces acerca de la relación que establecemos con ellos. Las formas en que dialogamos, discutimos, nos identificamos y hasta nos peleamos con el autor a través de aquel volumen que nos acompaña metiéndose en nuestros espacios más privados, como una suerte de objeto acompañante que deviene en auténtico "alter - ego".

Pero en este caso nos encontramos ante una publicación no corpórea, que rompe con las categorías clásicas de tiempo y espacio. ¿Ahora dónde estoy? Aquí ? o en un sitio virtual remoto del cual entro y salgo: La clásica costumbre de escribir a los autores con que deseamos entablar un intercambio se convierte ahora en una comunicación "en caliente", no mediatizada.

Días atrás un colega nos hablaba de su asombro al constatar que la comunicación virtual rompía la vieja distinción entre lenguaje hablado y escrito. Nos invita a escribir como hablamos y a hablar como escribimos en una suerte de condensación que inaugura una nueva forma de expresarnos teñida de extraña familiaridad entre personas a las que nunca hemos oído su voz ni cruzado su mirada.

El segundo núcleo de singularidad radica en que se trata de una Revista de Psicoanálisis en la Universidad de la República... y viene de la mano del tercero: se define como Revista de Investigación.

Esto implica: producción de conocimientos psicoanalíticos en la Universidad de la República desde la Facultad de Psicología.

Universidad y Psicoanálisis tienen una larga historia de encuentros y desencuentros. Mucho se ha dicho acerca de la incompatibilidad del academicismo racionalista universitario con el saber psicoanalítico y con las formas singulares en que se transmite dicho saber.

No voy a hablarles a ustedes de un tema que está permanentemente presente en su quehacer académico. Pero sí me interesa rescatar las particularidades que este problema adquiere cuando se inserta en una Universidad Latinoamericana.

Y no estoy hablando de geografía sino de un modelo de Universidad, que tiene uno de sus más claros exponentes en le Movimiento Reformista de Córdoba ( 1917 ) y que es recogido en sus aspectos medulares por la Ley Orgánica de la Universidad de la República en 1958. Pero el modelo, la forma de pensar lo universitario trasciende el texto de la Ley. Se trata de una Universidad que se asume como espacio político en tanto las polémicas y controversias que atraviesa la sociedad de que forma parte no le son ajenas; que se propone producir conocimiento desde una postura crítica y comprometida con lo que sucede en su entorno.

Una Universidad así concebida no puede prescindir del psicoanálisis como una de las principales vertientes del pensamiento crítico contemporáneo y, menos aún, si dentro de ella nos situamos en una Facultad cuya especificidad radica precisamente en el campo de problemáticas que se construyen en torno a la subjetividad humana.

Un proyecto político académico de estas características necesita del aporte del psicoanálisis. Pero no de cualquier psicoanálisis, sino de un psicoanálisis creativo, crítico, que fiel a sus orígenes se interrogue incansablemente acerca del ser humano y su cultura.

En última instancia, un psicoanálisis que comparta la concepción universitaria - de nuestra Universidad - en relación a la función social del conocimiento.

Esta publicación del Área de Psicoanálisis de la Facultad de Psicología se inscribe explícitamente en un proyecto académico que procura demostrar que el psicoanálisis en la Universidad de la República es posible. Yo me tomo el atrevimiento de enmarcarlo en otro proyecto más amplio: demostrar la viabilidad y la necesidad de una universidad coherente con el modelo latinoamericano aún en este contexto histórico y cultural dominado por la globalización y su impronta neoliberal. La reforma que hoy necesita nuestra Universidad debe nutrirse de sus raíces históricas, pensarse como una nueva etapa en un proyecto inconcluso pero vigente en su esencia. Y, lo que tal vez sea más audaz impulsarlo en y desde nuestra Facultad de Psicología.

¿ A qué nos remite el nombre? Querencia; según el Diccionario: "inclinación o tendencia del hombre y de ciertos animales a volver al sitio en que se han criado o tienen costumbre de acudir".

Tiene algo de repetición, pero también de retorno, volver a las raíces, retomar utopías, recuperar principios ... También querencia remite a: "relaciones amorosas ilícitas"... y aquí aparece el doble componente de pasión y de transgresión. Investigar es crear y crear es transgredir, implica siempre un componente de pasión y de irreverencia ante lo instituido y quienes lo representan. El proyecto universitario implica transgredir normas corporativas, sacar al espacio público el saber que, en manos de unos pocos deviene en poder... tiene mucho del mito de Prometeo: poner lo que estaba reservado a los dioses en manos de los mortales, tarea que produce la gratificación del cumplimiento de un mandato ético pero que conlleva la ira y el castigo...

Para finalizar mis felicitaciones a todo el equipo, a los autores y muy especialmente a Pilar Bacci y a Gonzalo Corbo que, me consta, no han escatimado energía y pasión para sacar adelante este proyecto.


Prof. Psic. Víctor Giorgi
Setiembre - 2000.