Ciencia, religión y psicoanálisis
Doris Hajer

 

Elegí –dentro de las mesas propuestas para estas Jornadas- el tema "El Psicoanálisis y las creencias. Ciencia y religión." , pues pensaba que el tema me permitiría empezar a desarrollar una de mis preocupaciones actuales respecto al Psicoanálisis no ajeno al "panorama actual de las Ciencias" como últimamente ha dado en llamársele.
Sabía de qué quería hablar: de algún modo algo del crecimiento de adhesiones religiosas diversas (sectas, iglesias arcaicas, no apostólicas romanas, movimientos de fe masivos nuevos en su enorme convocatoria y aspectos de fe en las "ciencias" incluido el Psicoanálisis). El rumbo era ese… Volví a leer - como se debe – a Freud y su "Porvenir de una ilusión" y revisé algunos materiales actuales – la actualización debida – sobre el tema en Internet .
"La máquina de Procusto".
Intento transmitir una preocupación en torno al modo de abordaje actual de cualquier conocimiento, que al mismo tiempo es el principal obstáculo para lo que yo misma pretendo comunicar.
Cómo decir sin apoyarme en cita alguna, ni buscar el origen etimológico de una palabra, lo que siento y pienso del modo en que hoy nos impedimos decir lo que estamos pensando o investigando en cualquier área de conocimiento.
Tal vez un ejemplo sirva para compartir lo que busco expresar: cualquier científico necesita para realizar un buen proyecto de investigación que lleve a un nuevo conocimiento la suficiente imaginación, fantasía, creatividad; como para proponer una hipótesis de trabajo acerca de la posibilidad del descubrimiento de algo que hasta ese momento sea desconocido. Cuando digo cualquier científico, estoy hablando realmente de cualquier científico, sea este de la "ciencia más dura" que uno pueda pensar. Pero cómo habrá de plantear este científico su hipótesis de trabajo, para que se le… permita, solvente, avale, etc. su proyecto: buscará eludir al máximo esta característica de la "imaginación" necesaria.
Durante muchos años un Psicoanalista que ponía algo de poesía en su producción era sumamente valorado por muchos, tal vez en algunos esta tendencia subsista, más hoy podemos encontrar que así como el científico debe ocultar su imaginería previa a la seria y objetiva hipótesis de trabajo en Psicoanálisis también debemos hacer algo semejante. Tal vez aún podamos esquivar la demostración cuantitativa de nuestra hipótesis, quizá podamos excusarnos en un método de investigación participativo y desde la implicancia, tal vez hasta podamos insistir en que una investigación psicoanalítica de un solo caso es absolutamente válida y aquí citemos el "Schreber" de Freud, "El lobo, el lobo" de Lacan o cualquiera de los casos clínicos famosos, así como el sueño de la inyección de Irma, pero sin inscripción en alguna de las Teorías dominantes y una férrea adhesión a la misma, no podremos expresarnos sin suscitar críticas de todo tipo. Y aún así, siempre habrá una palabra "sumamente autorizada" que diga que allí donde la objetividad falla, reside la endeblez del Psicoanálisis.
Cada época establece sus "Verdades", cada época se inscribe en una episteme.
Y volviendo a la temática, cada tiempo tiene sus credos y en ellos se inscriben las supuestas "verdades" de las que debemos partir para toda propuesta que se precie.
El Psicoanálisis surge en los tiempos de la Razón: "Vernunft" y del Intelecto aunque su "voz sea leve mas convincente a la larga".1 ¿Cuál es la "Razón" de nuestros tiempos? Por una parte esa sobreimposición de la "objetividad" de la que nadie puede dar razón – valga el juego con el significante – por otra, pueblos enteros entregados a todo tipo de religiosidades y creencias. Por una parte la globalización social y económica como meta de los más poderosos, por otro los nacionalismos en un tiempo superados por internacionalismos ideológicos. Por una parte la democratización del acceso al conocimiento (Internet, medios), por otra la superespecialización de los abordajes científicos. Por una parte el dominio de los mass-media para producir opinión, por otra los "piquetes y caceroleos" y las Asambleas populares derrocando gobiernos.
Me niego a la "colonización intelectual" de las citas, pero en los tiempos del surgimiento del Psicoanálisis este no podía pensarse sino desde la firme idea de que la religión era una ilusión, apenas unas décadas después de Marx y su concepción de "la religión como opio de los pueblos". Hoy alguien con total soltura puede decirse Psicoanalista y creer en Dios sin siquiera ser catalogado de obsesivo, ni qué hablar de delirante como en otro tiempo. Mas aún hoy para ser Psicoanalista, hay que hacer Profesión de Fe (el Psicoanálisis es lacaniano o de la IPA, etc. o no es; el Psicoanalista se forma en tal o cuál institución privada o no es, a veces hasta con el consenso de una institución a otra, con tal de que no salgan Psicoanalistas de algún otro lugar: ¡Dios prohiba hasta del "Discurso Universitario"!).
¿Y la imaginación necesaria?
¿Y la hoy –por suerte ya manida – necesariedad de la inclusión en la interdisciplina y en el contexto socio-histórico?
¿Quién habla?
Y disculpen el aforismo lacaniano, pero si tan atados estamos para expresarnos, hablar, pensar y proponer, ¿estamos en libertad de descubrir lo nuevo o nuestra capacidad creativa está indefectiblemente atada a aquello que se nos permite pensar…?
¿Quién dice qué y cómo se es "objetivo", quién acusa de "subjetividad" como si ser subjetivo fuese pecado? Pecado para que un nuevo o viejo Dios de la "Ciencia" con mayúscula como el Otro. ¿Quién nos hace tragar hoy que los "No-incautos yerran?", sin permitirnos ver que "En/El Nombre del Padre" la ley es Divina y por tanto sin Razón? ¿Quién nos acusa de Plus de Goce cuando luchamos por un ideal – tal vez incauto – sin atrevernos a leer bien debajo de ese Plus la Plusvalía marxista impuesta para la vidriera lacaniana de fines de los sesentas y aquel mayo francés?
¿Por quién somos hablados cuando después de todo, nos incluimos en instituciones en las que no creemos ni nos importan y contradictoriamente seguimos oponiendo Discurso del Amo a Discurso Universitario, mientras las ciencias nos atraviesan medicalizándonos? ¿Quién habla cuando globalizados nos tragamos las pastillitas mágicas de los prósperos laboratorios multinacionales y hacemos psicoanálisis combinados con total respeto al veraz medicamento que jamás ha sido probado en sus efectos a largo plazo, que cuantificado y experimentado más en ratas que en nosotros, puede que "acabe con el Psicoanálisis"?
¿No es la religión nuevamente el opio de los pueblos cuando obnubila la conciencia de que la Argentina es una premonición de lo que pasa cuando Yemanjá impide ver el hoy, impide la memoria y bloquea la solidaridad? Entre terrorismo de Estado, Nacionalsocialismos apenas disimulados, ataques de pánico y depresiones promovidas o recodificadas por laboratorios experimentados más en ratas que en humanos y subjetividades sometidas por cables que nos fascinan con destrucción en fuegos de artificio e incansables repeticiones significantes, vedadas de todo significado sustituido por un hoy cada vez más generalizado: "Smile, smile, smile…"

Notas:

Freud, Sigmund – "El provenir de una ilusión" Fischer Verlag G.W. Band XIV . Frankfurt a/Main 1968.