Sueños en la infancia.
Graciela Dondo
Introducción.-
El sueño no pertenece al mismo registro que el discurso. Tendría más
relación con el pictograma, tal como decía Freud en 1900, cuando dice que " el
contenido de un sueño nos es dado según una pictografía que intentamos transferir al
lenguaje de pensamientos del sueño".
Una pictografía es una escritura ideográfica que consiste en dibujar los objetos que han
de explicarse con palabras.
El sueño dibuja escenas; pone en imágenes pensamientos que están en nuestro
inconsciente y que gracias a la regresión al polo perceptivo del aparato psíquico del
que alguna vez partieron, se convierten en vívidas escenas que el soñante cree vivir.
Esta puesta en escena pone el acento sobre lo representativo de una escena que se
desarrolló en otro espacio y otro tiempo y que gracias a los efectos de la censura
onírica, está a la espera de ser "vista" o escuchada por otros.
Para el que cuenta el sueño, hay siempre algo faltante, debido a su cualidad
pictográfica. Faltan trozos, se han olvidado partes, hay que hacer un enorme esfuerzo por
recordarlo porque al momento de despertar, el sueño ya no está. La represión está en
actividad.
Si la escena es pura imagen, ¿ cómo hacerla hablar?
Las imágenes del sueño, producto del proceso primario con sus mecanismos de
condensación y desplazamiento, fundamentalmente, se trasponenen el estado de vigilia, a
través de la elaboración secundaria, al proceso secundario, el que rige los procesos del
lenguaje y el pensamiento.
Pero en toda palabra, hay algo que permanece siempre desconocido, que escapa a su total
comprensión.
Dice Octave Mannoni. " La originalidad del psicoanálisis es la de haber descubierto
un sentido pítico ( mágico, hechicero) en toda palabra y haber emprendido su
desciframiento comenzando por las resistencias y las opacidades por las cuales cada uno se
constituye en individuo
"
Los sueños en los niños.-
A través de la práctica clínica, vemos que muchas veces los niños
no cuentan sus sueños.
Casi diríamos que es muy raro que un niño traiga naturalmente un sueño a la consulta.
Solamente si es preguntado puede relatar algo acerca de ello, pero con muchas dificultades
y reticencias.
Según Carmen Médici en el artículo "Los niños y sus sueños"
" en
el acervo popular está sedimentada la creencia de que los niños sueñan o debieran
soñar con angelitos, esto es, que sus contenidos oníricos lindan con la
simplicidad, la felicidad, la hermosura."
"Pero ¿dónde ubicar los
sueños malos, los sueños feos, los denominados sueños de angustia, los sueños
traumáticos y las pesadillas que también acontecen en el psiquismo infantil y más de
una vez son omitidos, reprimidos y silenciados?"
La intención del presente trabajo consiste en una reflexión sobre los sueños en los
niños, sobre cuáles han sido las principales concepciones que el psicoanálisis ha ido
construyendo en torno al tema y su articulación con la práctica clínica.
Para ello iremos alternando entre la revisión conceptual y viñetas clínicas que
pensamos pueden contribuir a una visión o revisión de cómo entendemos , interpretamos,
analizamos los contenidos oníricos de los niños y en todo caso cuál es su contribución
para los procesos terapéuticos de los niños con los que trabajamos.
Como ejemplo, traeremos a Sofía, una niña de 5 años, cuyos síntomas
son dispersión en la escuela, inquietud, agresividad con su madre y con su hermana, y
dificultad para dormir.
Sofía tiene una hermana de 4 años. Como antecedente muy especial tenemos el hecho de la
muerte de su abuela hace un año. Los padres están divorciados hace 2 años. A las
preguntas de la niña, la madre le dijo que su abuela se había ido al cielo, y que estaba
muerta, pero que su espíritu las acompañaba siempre y estaba siempre con ellas, en las
estrellas. Tanto es así, que acostumbraban mirar muchas veces el cielo y las estrellas,
tratando de descifrar dónde estaría el espíritu de la abuela.
En una sesión, hablando de la dificultad para dormir dice:
S.- Tengo miedo de irme a dormir. Quiero que esté la luz del baño
prendida.
T.- Y así, con la luz prendida, te podés dormir.
S.- Más o menos. Siento muchos ruidos que me asustan. Yo oigo todo. Ruidos de afuera y de
adentro de la casa.
T.- ¿ Cuáles son los ruidos de tu casa que te asustan?
S.- Me dan miedo los angelitos.
T.- ¿Los angelitos?
S.- Sí, los angelitos que están colgados en la puerta de la casa. Se mueven y hacen
ruido. ¿Y mirá si es un espíritu que los está moviendo?
T.- Tal vez lo que te asusta es que sea el espíritu de tu abuela muerta que esté entre
los angelitos.
S.- Ay, si, me da mucho miedo y no me puedo dormir.
Podríamos plantearnos la hipótesis aquí, que el sueño no es el
guardián del dormir; sino que el nivel de angustia perturba el dormir, y por lo tanto, la
posibilidad de soñar, lo que tal vez podría dar la ocasión para la elaboración de la
misma.
En la 29ª Conferencia. "Revisión de la doctrina de los sueños" (1932), Freud
plantea que la fijación inconsciente a un trauma puede ser uno de los principales
impedimentos de la función del sueño. La persona quisiera soñar porque el aflojamiento
de la represión haría activarla pulsión que tiene que ver con la fijación traumática,
pero la operación del trabajo del sueño falla, al querer trasponer el episodio
traumático en un cumplimiento de deseo. "En tales circunstancias acontece que uno se
vuelve insomne, que renuncie a dormir por an gustia frente a los fracasos de la función
del sueño."
" la neurosis traumática nos muestra un caso extremo de
ello, pero es preciso conceder carácter traumático también a las vivencias
infantiles
"
Podemos pensar que en Sofía están operando las diversas vivencias traumáticas que ha
tenido, como el nacimiento de su hermanita cuando tenía un año, la separación de sus
padres cuando tenía 3 años y el fallecimiento de su abuela materna a la cual era muy
apegada, cuando tenía 4 años, realizándose todo este escenario de situaciones en el
despliegue de la conflictiva edípica y pre-edípica.
S.- Yo muchas veces veo la cara de mi abuela. La veo a mi abuela en mi
casa, como la veía antes de que se muriera.
T.- ¿Cómo la ves?
S.- Cierro los ojos y la veo.
Al escuchar este relato de Sofía pensamos en el entroncamiento del
sueño con el ensueño que existe muchas veces en la forma en que los niños traen el
material onírico a la terapia. "El soñar diurno y el soñar nocturno son, en estos
casos, actividades ligadas a la satisfacción. En uno y en otro el cumplimiento de deseos
parece ser la condición sine que non, pero mientras uno es pensado, el otro es vivido y
alucinatoriamente vivenciado".(Carmen Médici). Los dos responden a fantasías, pero
en uno sabemos que estamos fantaseando y podemos adecuarlos a nuestros deseos y
necesidades.
Carmen Médici en su artículo " Los niños y sus sueños" cita a Blom y a
Nathan Root y
" menciona a un grupo de niños que cuando tenían sueños
desagradables trataban de no recordarlos, de no traerlos, pero cuando esto no podía ser
evitado y el contenido onírico aparecía sorpresivamente, intentaban suprimirlo o
evitarlo: "
Son demasiado desagradables y no quiero pensar en ellos
"
" Harley asegura que cuando no están ausentes suelen ser de todas formas menos
frecuentes que en el análisis de adultos; y cuando logran traerlos no es extraño que
rechacen tajantemente las interpretaciones".
Para ilustrar este aspecto presentaremos viñetas clínicas de Ernesto, un paciente de 7 años. Ernesto vive con su mamá, de 32 años, su papá, de 38 años y una hermanita de 2 años. Vive con ellos también una empleada que ayuda a los padres en el cuidado de los niños. La abuela paterna murió cuando Ernesto tenía 5 años, en un accidente automovilístico en el que iban los dos abuelos. Los motivos de consulta son: un monto muy grande de ansiedad, no querer separarse de la madre, (al punto que la madre ha tenido que suspender varias actividades), pesadillas nocturnas y cuando esto acontece se pasa a la cama de los padres y dificultades de aprendizaje.
Los padres pensaban hacer un viaje al exterior con los niños y no
sabían cómo podía reaccionar Ernesto.
Cuando comenzamos a trabajar, no quiere entrar solo al consultorio. Entra con la madre.
Luego de un tiempo logra entrar solo al consultorio, pero en las oportunidades que la
madre tuvo que traer a la hermanita y se quedaban esperando en la sala de espera, Ernesto
suspendía momentáneamente la sesión, para ir donde estaba la madre con la hermana, como
una forma de control.
Trabajamos su conflictiva edípica, su rivalidad con su hermana, la angustia de
castración que aparecía muy a flor de piel en sus juegos y la angustia por la muerte
repentina de la abuela en el accidente, que se unía a la anterior con un temor a su
propia muerte, con fuertes fantasías de agresión de sus padres hacia él, como una
proyección de su propia agresividad hacia ellos.
Viñeta de una sesión después del viaje.-
E.- Cuando vine empecé a soñar
cosas feas
T.- Que te dan mucho miedo, ¿puede ser que alguien te persiga?
E.- Si a mi nadie me persigue; sólo el demonio.
T.- ¿Por qué decís que te persigue el demonio?
E.- Porque me persigue.
T.- ¿ Y cómo es ese demonio?
E.- Parece una mujer de las uñas que tiene.
T.- Tú soñás que un demonio con forma de mujer te persigue. Como tenés tanto temor de
venir acá solo, podría ser yo como un demonio que te puede perseguir, o podría ser una
mamá- demonio.
E.- Si es un demonio, no va a ser una mujer, y menos una mamá.
T.- Pero tú lo podés pensar como una mujer o como una mamá que te pueda hacer algo.
E.- Algunos días se enojan las madres.
T.- Tal vez tú en algún momento te enojaste mucho con tu mamá.
E.- (Toma la figura humana más pequeña de la caja de juego y dice): Una estatua.
T.- ¿Será que tu quisieras que tu hermanita se convierta en una estatua?
E.- No.
T.- ¿ Y quién es esa nenita que es una estatua?
E.- No sé, la colocaron ahí en ese edificio de Viet-Nam.
T.- En la guerra.
E.- Sí, en la guerra.
T.- Por lo general se les hace una estatua a los que están muertos.
E.- A los presidentes, pero a los que ya murieron.
T.- Tal vez tú quisiste en algún momento de mucha rabia que tu hermanita muriera y eso
te puede dar mucha culpa.
E.- ¿Por qué me lo decís si eso ya pasó? Y si no hubiera pasado te iba a decir lo
mismo.
T.- Te lo digo porque a tantos niños les pasa eso!!!
E.- Pero yo no soy como todos los niños.
El soñar lo enfrentaría, a pesar de la desfiguración, con su verdad pulsional. Cuando
el niño narra el sueño y acepta su contenido onírico como propio, lo acercaría a una
vivencia de realidad, de un suceso realmente experimentado, y esto es lo que el niño
trata de no recordar.
En un primer momento en La interpretación de los sueños de 1900, Freud plantea
que los sueños de los niños son realizaciones de deseos, sueños simples que no tienen
desfiguración ya que al aparato psíquico de los niños no lo consideraba complejo y por
lo tanto tampoco lo serían sus producciones oníricas.
Pero más adelante plantea que a pesar de que todo sueño tiene un sentido psíquico hay
que pensar que no siempre pueda ser el mismo. Hay sueños que son cumplimientos de deseos
y otros que tienen que ver con temores, recuerdos, reflexiones, lo que lo lleva a
interrogarse si existirán otros sueños que los de deseo o sólo existen los sueños de
deseo. Se pregunta si habrá sueños que no respondan a la satisfacción de un deseo. Acá
podemos pensar en lo que va a plantear en 1920 en Más allá del principio de placer, al
introducir la pulsión de muerte,en relación con los sueños traumáticos, en donde
plantea que: " En lo inconsciente anímico, se discierne una compulsión de
repetición
que tiene suficiente poder como para doblegar al principio del
placer".
Quisiera plantear una reflexión discutida no hace mucho en un encuentro con Janine Puget,
psicoanalista argentina, en relación con los sueños. Esta reflexión me evocó el sueño
de un paciente que relataba que había soñado que trataba sin tanta agresividad a un
compañero de trabajo y a su padre, luego de haberse sentido muy afectado por los
comentarios negativos de un familiar y de personas del entorno familiar. Asociaba el
paciente: " Parecía que con esos sueños era como que me estaba preparando para
actuar de forma diferente". Esta asociación me sorprendió.
Dice Janine Puget: " Estamos acostumbrados a pensar que el sueño nos remite al
pasado y nos dice algo de él en tanto rememoración. Pero podría también ofrecer la
posibilidad de conocer un nuevo presente. Aquél que proviene de la necesidad de llenar
una escena
,dando a los diferentes fragmentos un tipo de coherencia que haría
tolerable la aparición del pictograma".
El pictograma remitiría a aquellas vivencias, sensaciones, que no podríamos poner en
palabras, porque son del orden de lo incognoscible.
¿ Sería ésta una de las causas por la que los niños tienen más dificultad en traer
sus sueños a las sesiones? ¿Tal vez una dificultad de pasar del proceso primario-
representación-cosa del inconsciente al proceso secundario- representación-palabra del
preconsciente?
En este sueño de Ernesto, que, con mucha dificultad trae a la sesión,
de un demonio que lo persigue, podemos ver claramente la desfiguración. Podemos pensar
tal vez como restos diurnos, lo que cuenta en la sesión anterior de un baile de disfraces
que iba a tener y que se iba a disfrazar de bruja.
En la teoría de los sueños ,Freud le da importancia a los restos diurnos en la
formación de los mismos, y su enlace con contenidos inconscientes, formando cadenas
asociativas que puedan hacer emerger esos contenidos al preconsciente, desde donde, junto
con la elaboración secundaria, permitan traer a la conciencia el contenido manifiesto del
sueño.
Este trabajo de elaboración del sueño, con esa desfiguración onírica, que produce la
censura, es el trabajo del sueño que, a través de la regresión, procede de los
contenidos latentes al sueño manifiesto.
Tenemos que recorrer el camino inverso, desde el sueño manifiesto al contenido latente,
para hacer desaparecer solamente en parte, las lagunas, u omisiones de sentido, enigmas,
mediante nuestro trabajo interpretativo. Trabajo interpretativo que siempre tiene que
partir de las asociaciones del soñante.
En la viñeta que antecede, tomamos como asociaciones del paciente el juego del niño y
las manifestaciones que a través de él surgen.
Carmen Médici, en su artículo " Los niños y sus sueños" refiere a un
artículo de Pfeifer de 1919, "Expresión de las pulsiones eróticas infantiles en el
juego" en el que " infiere múltiples similitudes entre el jugar y el soñar
durante la infancia, quedando S. Pfeifer entre los pioneros en homologar los mecanismos
oníricos y lúdicos, al igual que lo hiciera Melanie Klein." En una llamada refiere:
" Esta autora, por ejemplo, en Fundamentos psicológicos del análisis del niño (Klein.
1932) dice: "El niño expresa sus fantasías, sus deseos y sus experiencias de un
modo simbólico por medio de juguetes y juegos. Al hacerlo, utiliza los mismos medios de
expresión arcaicos, filogenéticos, el mismo lenguaje que nos es familiar en los sueños
y sólo comprenderemos totalmente este lenguaje si nos acercamos a él como Freud nos ha
enseñado a acercarnos al lenguaje de los sueños".(1932, pág. 127)".
Otra viñeta de una sesión; tres meses después.-
E.- Ernesto busca entre sus dibujos. Elige uno que había hecho en la
sesión anterior y dice: Mi peluquería. La peluquería de locos. Se necesitan 20 para
cortarle este pelo.
T.- Tú pensás que para este señor loco se necesitan muchas personas para atenderla.
E.- Sí, y trece tijeras.
T.- Como que una persona no alcanza.
E.- Y ahora los bigotes ( dibuja unos bigotes enormes).
T.- Tal vez tú pensás si yo sola voy a poder resolver tus problemas o si se precisarían
más personas.
E.- (Dibuja otra persona con mucha barba) y dice: Le seguía la barba y la tenía que
apoyar en un banquito para no arrastrarla por el piso
Y este señor le corta el
pie
T.- Tú podrías fantasear que te cortan algo de tu cuerpo.
E.- Yo sueño cosas feas, pero no me acuerdo, yo te quiero contar uno, pero me da
vergüenza
T.- A ver, ¿cómo es?
E.- Que yo entro a un museo de animales, y hay todo tipo de dinosaurios vivos, y
entonces
la otra parte no me acuerdo
Otras veces que estoy muy caliente, sueño
con unos lápices grandes
La madre en una oportunidad había referido que Ernesto le había
contado que soñaba con unos lápices enormes que lo perseguían, con lo cual, se
despertaba, y se pasaba a la cama de los padres. Este hecho irritaba sobremanera al padre,
el cual había llegado a decirle para qué le pagaba la terapia si él continuaba con lo
mismo.
La madre también había referido que la relación de Ernesto con el padre no era buena y
que era evidente una preferencia del padre por la hija, habiendo manifestado Ernesto esto
también en otra oportunidad.
E.-Como una película de enanitos que ví. La otra que te iba a contar era de un enanito que se hacía una pelotita
Acá hay una necesidad de Ernesto de alejarse de esa representación
angustiosa de los dinosaurios vivos apareciendo los efectos de la represión, en ese no
recordar.
T.- ¿ Una pelotita?
E.- ¿Conocés a los erizos que largan unas espinas?...eran unas pelotitas como unos
erizos que largaban veneno y te mataban y entonces rodaba la pelotita. Y ese enanito iba
comiendo almohadones, muebles y se iba agrandando, vendría a ser como de esta mesa hasta
el techo.
Los enanitos le habían clavado un dardo en la pierna a la madre del chico y un amigo del padre agarró una botella de querosén, estaba la puerta de la nave abierta , tiró la botella con querosén y reventó la nave. Y dejaron huevos en la casa. Eran extraterrestres.
T.- ¿ Y por qué los enanitos querían destruir a la madre y a la
casa?
E.- No querían destruir. El del espacio le regaló al niño un aparato para formar de
nuevo la casa.
T.- ¿ Y cuál era el sueño que te daba vergüenza contar?
E.- Ese del museo.
T.- ¿ Y por qué te da vergüenza?
E.-
porque no me gusta contar cosas
T.- Tal vez porque en un museo los dinosaurios están muertos, pero si tú soñás que
están vivos, te podría dar miedo que te persigan para comerte una parte de tu cuerpo.
E.- Sí.
Ernesto ha tenido que dar un gran rodeo, para poder decir algo, aunque
muy poco, de sus pesadillas. Es evidente que el temor al carácter "real" de sus
sueños, lo atemoriza mucho y lo coarta en la expresión del mismo.
Estas pesadillas tienen el carácter de repetitivas. Podríamos plantearnos si estos
sueños angustiosos responden a la realización de un deseo y si es así, de qué
carácter.
¿ Un sueño de realización de la unión con la madre? ¿un sueño de angustia por los
deseos incestuosos y hostiles con el consiguiente castigo?
Charles Rycroft, en el Diccionario de Psicoanálisis, alude a la pesadilla, como "un
sueño en el que uno se siente oprimido, y en peligro de ser sofocado, por un monstruo
femenino"
"El monstruo femenino mismo; un íncubo". Incubo, según el Diccionario de la
Real Academia Española, se dice del diablo o demonio y relacionado con las relaciones
carnales entre un hombre y una mujer.
El monstruo sofocante parecería referirse a un objeto interno malo, imagen
fantástica, representación mental al que el yo responde como si se tratara de una
persona, proyectando en ella sus propios deseos.
Dice Freud en "El delirio y los sueños en la "Gradiva" de Jensen", de
1907, que el poeta, el creador literario sabe " de una multitud de cosas entre cielo
y tierra con cuya existencia ni sueña nuestra sabiduría académica. Y en la ciencia del
alma se han adelantado grandemente a nosotros, hombres vulgares, pues se nutren de fuentes
que todavía no hemos abierto para la ciencia".(pág.8).
Evidentemente se estaba refiriendo al inconsciente. Y a cómo en una obra literaria,
poética, se están expresando los aspectos inconscientes del autor, que por más que
queramos interpretarlos, como los sueños, siempre algo de ellos permanecerá
incognoscible para nosotros o no podremos estar seguros de que el sentido que le damos es
el que el autor quiso transmitir.
Este sentido oscuro de la palabra ya lo señalaba Freud, cuando se refería al sentido
enigmático del contenido manifiesto del sueño, y lo relacionaba con las obras
literarias, por un lado, y al delirio, por otro.
Julio de 2003.
Referencias bibliográficas
1) Freud,S.- Obras Completas.- Tomo IV.- Amorrortu Editores. 1979.Bs.As.
2) Freud,S.- Obras Completas.- Tomo V.- Amorrortu Editores.1979. Bs.As.
3) Freud,S.- Obras Completas. Tomo XV.- Parte II.- El sueño.- Amorrortu Ed. 1979.Bs.As.
4) Freud,S.- Obras Completas.-Tomo IX.- El delirio y los sueños en la "Gradiva" de Jensen.-Amorrortu Ed.1979.- Bs.As.
5) Freud,S.-Nuevas Conferencias de introducción al psicoanálisis y otras obras. Tomo XII.Amorortu Ed. 1979.Bs.As.
6) Freud,S.- Conferencias de Introducción al psicoanálisis.- 8ª Conferencia.-Sueños de niños.Tomo XV.-Amorrortu Ed. 1979. Bs.As.
7) Freud,S.- Más allá del principio de placer.- Obras Completas. Tomo XIII.-Amorrortu Ed.1979. Bs.As.
8) Jones,E.- Vida y obra de Sigmund Freud.- Tomo I.Ed. Anagrama.Barcelona. 1981.
9) Medici,C.- Los niños y sus sueños.- Libro Anual de Psicoanálisis.- Tomo IX.International Journal of Psicoanálisis.-1993.
10) Puget,J.- Sueño singular y sueño vincular. Escena y discurso.- ( Fotocopia de trabajo presentado en Congreso en Francia.- 2001).
11) Rycroft,Ch.- Diccionario de Psicoanálisis.- Bs.As. 1976.